Qué preguntas hacer a un cuidador antes de contratarle

Dejar en manos de otra persona a un ser querido es una decisión muy difícil y dura que tenemos que tomar. Estamos dándole responsabilidades y, con ello, toda nuestra confianza para que haga lo mejor por él. Por este motivo, el proceso de selección debe ser perfecto, y una parte de este consiste en saber qué preguntas hacer a un cuidador antes de contratarlo, que es, precisamente, de lo que te venimos a hablar hoy.

¿Qué preguntas hacer a un cuidador? ¿Cuáles son las esenciales?

Te dejamos las cuestiones que te van a permitir conocer la información esencial para contratar al cuidador adecuado.

¿Qué sabe acerca de la situación de tu familiar o amigo?

Cada persona es un mundo (y cada familia), por lo que lo mejor es explicar qué ocurre exactamente en el seno de tu hogar y qué se precisa, de manera que el cuidador pueda informarte acerca del asunto. Por ejemplo, si hay que cuidar a alguien en silla de ruedas, a una persona con demencia, etc.

¿Tiene experiencia específica para las labores a desarrollar?

Otra de las preguntas que hacer un cuidador es si tiene experiencia y está especializado en las tareas que va a desempeñar. De poco sirve un currículum extensísimo si no se tiene conocimiento y/o experiencia en la situación particular a tratar. Es decisión tuya valorar la experiencia que se tiene tanto a nivel general como específico.

¿Tiene formación sociosanitaria aplicable a la situación?

Las personas dependientes suelen requerir de una serie de actuaciones de carácter sanitario, y también social, por parte de otra persona. Puede ser desde sesiones de pronunciación a aplicación de inyecciones, por poner un par de ejemplos.

Son muy diversas las situaciones de cada cual y dar con alguien bien formado en estos aspectos es todo un plus o incluso algo totalmente necesario, siempre dependiendo, como decimos, de la circunstancia; en algunos casos no se puede sacrificar en este aspecto y la formación sociosanitaria resulta obligatoria para que el usuario se mantenga bien atendido.

¿Realiza labores en el hogar? ¿Cuáles y en qué circunstancias?

Las tareas del hogar y los recados, muy a menudo, no se pueden realizar por el usuario, de manera que forman parte de las actuaciones que un cuidador debe realizar, a veces, para suplir la dependencia.

Por ello, puede resultar conveniente que la misma persona que se encarga de la persona dependiente realice también algunas tareas, de manera que no haya que contratar a un segundo.

¿Está capacitado y/o tiene experiencia en prevención de la dependencia y tratamiento de la autonomía?

Además de cubrir las necesidades básicas de una persona con dependencia, los cuidadores pueden trabajar para prevenir que ciertas circunstancias empeores y también que otras afloren.

Esto es algo que siempre se recomienda por profesionales de servicio social e incluso por médicos. En ocasiones es algo que el usuario decide no realizar pero, en otras, se trata de una obligación que este debe tener y que, por tanto, debe compartir con su cuidador.

¿Cuál sería su reacción en una situación difícil?

Aunque nunca podemos asegurar cómo actuaríamos a la hora de la verdad, sí podemos tener una idea, en función de nuestras experiencias y de cómo somos, de lo que haríamos en diferentes casos.

Propón algunos escenarios para saber qué haría el entrevistado. Sería ideal que hicieses tanto preguntas de respuesta libre como con opciones diseñadas por ti para conocer cuánto es capaz de adaptarse a las circunstancias.

¿Dispone de facilidades para desplazar al usuario? ¿Lo haría personalmente?

Esta es una de las preguntas que hacer a un cuidador más importantes. (En este artículo tienes más información sobre las cualidades valorables en un cuidador) En ocasiones, sea por una emergencia o no, podría darse la necesidad de tener que mover a la persona dependiente. Como decimos, puede ser algo que precises en el día a día, por ejemplo, para llevarle a un centro de noche, o algo puntual.

¿Cómo se considera a nivel personal?

Puede parecer una pregunta trivial o para romper el hielo pero nos puede decir mucho sobre el cuidador. Por supuesto, es decisión de cada uno darle más o menos importancia a las cualidades y los defectos con los que la persona se describa pero, además de hacerte una idea de cómo tratará con la persona dependiente, te sirve para ver cómo se desenvuelve, para conocer un poco más cómo se expresa, etc.

¿Qué aspectos verdaderamente le gustan de su profesión?

Otra de las cosas que preguntar a un cuidador que parece totalmente secundaria pero que, como la anterior, te va a permitir conocer un poco más a la persona.

Un truco genial puede ser pedir que te dé algunos ejemplos concretos de situaciones que ha vivido y que le motivan o le han parecido destacables a lo largo de su carrera.

Por supuesto, tu situación particular seguro que te hace querer saber otro tipo de información. Es cuestión, por supuesto, de sentarse, con tiempo, a pensar qué cosillas se deben contemplar en la entrevista. Un buen truco para ello es pasar un día con la persona a cuidar para ver qué va surgiendo en cada momento.