Cómo adaptar una casa para una persona mayor

Cómo adaptar una casa para una persona mayor

En un momento como en el que nos encontramos, saber cómo adaptar una casa para una persona mayor  es casi una necesidad.

Vivimos en un siglo -en una época más bien- en que la población lleva mucho tiempo envejeciendo, como bien se comprueba, año tras año, al hacer el análisis de distintos datos, como son las tasas de natalidad, de mortalidad, la esperanza y la calidad de vida, etc.

Esto significa que cada vez hay más personas más mayores y que, también, este población tiene más edad. Cada vez hay más personas de avanzada edad en comparación al resto y esta, a la vez, es más mayor cada vez gracias a un sistema de sanidad gratuito y eficiente y a una mejora general en la calidad de vida como sueldos más altos, más posibilidad de viajar, mayor y mejor acceso a medicamentos y a todo tipo de alimentos y un largo etcétera.

Las necesidades de una persona mayor

Esas personas, conforme avanzan en edad, van teniendo nuevas necesidades, especialmente de adaptabilidad, pues sus cuerpos en general y sus capacidades motores y cognitivas en particular van disminuyendo.

Esto significa que tienen menos reflejos, que andan más despacio, que no pueden realizar ciertos movimientos, especialmente de rotación de articulaciones y elongación de los músculos, pierden oído y visión (incluso son menos sensibles al tacto y a los olores), se vuelven más irascibles, despistados, sufren irritación de los órganos, pierden el control de otros y un sin fin más de cambios que corresponden al desgaste propio por la edad.

Muchos de estos cambios hacen que el sujeto se vuelva cada vez más incapaz de moverse como lo hacía antes y de continuar llevando a cabo las tareas que le han sido propias hasta el momento.

Ello supone que, como es lógico, les cueste moverse en entornos donde antes lo hacían sin problemas. De ahí nade la necesidad de adaptar el hogar a una persona cuando envejece.

Cómo adaptar una casa para una persona mayor

Si quieres que una casa siga siendo un verdadero hogar para quien en ella habita es necesario que tanto la construcción como lo que ella alberga se adapten a las necesidades que van surgiendo para tratar de mantener al máximo la autonomía y la seguridad. Veamos los puntos básicos en los que debemos prestar atención y modificar como convenga.

  • Las casas con más de un piso o con pequeños espacios a salvar requerirán de una solución para subir y bajar la escalera de manera cómoda y segura. Hablamos de ascensores, salvaescaleras o pequeñas rampas, todo depende del espacio y de la capacidad del usuario.
  • Sustituir mobiliario alto por mobiliario bajo de alta capacidad.
  • Eliminar todo el mobiliario innecesario, especialmente si suele dar problemas a la hora de que el usuario se desplace o realice alguna labor.
  • Elegir aquellos de acabados redondeados. Ello supondrá que, en caso de accidente, las heridas y contusiones sean mucho menores, llegando a salvar vidas.
  • Fijar a la pared todos los muebles que lo permitan. De este modo, evitamos un accidente, ya sea porque el usuario deja su peso encima, porque tire de él o, simplemente, porque se caiga por cualquier oro motivo.
  • Colocar sistemas de iluminación que funcionen con sensor. De este modo, el usuario no permanece a oscuras ni tiene que procuparse de recordar apagar la luz o del lugar en el que se encuentra el interruptor. Se reducen riesgos y el consumo siempre será menor.
  • Si se mantiene el sistema de iluminación convencional, habrá que reubicar los interruptores para que sean fácilmente accesibles.
  • La bañera debe ser sustituida por un plato de ducha a ras de suelo, de manera que no haya que salvar ningún escalón para entrar o salir. Esto ya de por sí puede ser peligroso; ¡imagina cómo sería estando mojado!
  • Además, tendrá que incluirse una superficie antideslizante, ya sea de construcción propio o añadiendo una alfombra de este tipo que incluya una adhesión perfecta.
  • Los agarraderos son económicos y favorecen muchísimo la autonomía; son un gesto que hace muchísimo por muy poco.
  • Olvida el teléfono fijo; cámbialo por uno inalámbrico y coloca la base de carga donde más horas pase la persona.
  • Si se considera, no dudes en incluir un servicio de teleasistencia mediante botón o similar.
  • Coloca la cama del usuario con un lado contra la pared.
  • En el otro, apuesta por una barandilla para adultos de madera aglomerada y forrada.
  • Tendrás que cambiarle la instalación de gas para pasar a tener vitrocerámica y calentador eléctrico.
  • El menaje de plástico resistente será un gran aliado tanto por su peso como por su imposibilidad para romperse por una caída.
  • Habrá que reducir la decoración de cerámica o colocarla en lugares altos, donde no se pueda tocar.
  • Podemos incluir sistemas de automatización en algunos puntos como, por ejemplo, para la recogida de los toldos.
  • Si, aun así, las necesidades básicas del usuario no pueden verse satisfechas, será necesario recurrir a un profesional que se encargue de realizar las tareas que este no puede realizar.