herramientas para personas con movilidad reducida

Las mejores herramientas para personas con movilidad reducida

Una persona a la que le cuesta moverse hasta el punto de precisar de ayuda se verá eternamente agradecida si introducimos en su vida algunos elementos que la faciliten y mejores. También los cuidadores estarán encantados de poder usar las mejores herramientas para personas con movilidad reducida que precisamente hoy te vamos a presentar.

Herramientas para personas con movilidad reducida que facilitan tu vida y la de los tuyos

En general, podemos encontrar seis tipos o grupos de herramientas para personas con movilidad reducida que van a permitir que este gane en autonomía y que el trabajo de quienes lo rodean sea más sencillo y agradable, ganado, ambas partes, en calidad de vida.

Salvaescaleras y ascensores

¿Alguna vez has tenido que subir o bajar una escalera en muletas o, simplemente, con un esguince en una pierna? Imagina lo que supone esto en el día a día para personas que, directamente, no pueden levantarse, que tienen obesidad mórbida o que no disponen de posibilidad de agarrarse con fuera a una barandilla.

En estos casos, disponer de algún elemento que permita al usuario moverse con “libertad” -toda la que le es posible- en espacios de varios pisos, será crucial. Verse recluido en un espacio puede terminar con un problema grave que lleve, incluso, a la depresión.

En la comunidad, si no se puede (que se debería) llegar a instalar un ascensor, se puede recurrir a un aparato salvaescaleras, ya sea de asiendo o con base para colocar la silla de ruedas.

Dentro de tu propiedad no tendrás problema en poner un ascensor doméstico, siempre que arquitectónicamente sea posible. De este modo, damos al usuario la oportunidad de ser autónomo tanto para moverse como para hacer todo aquello que no haría si no pudiese cambiar de planta.

Camas y asientos graduables

Esencial disponer de una cama, de sillas y asientos que permitan tanto al usuario como al cuidador que la movilidad del primero sea la máxima posible y que pueda acomodarse de una manera no sufrida.
Cambios de pañal, incorporación para comer, para el vestido, para leer o para levantarse, ajuste de altura para evitar dificultades y fallos a la hora de levantarse y sentarse son situaciones en las que poder graduar los elementos que utilizamos pueden ser un cambio total.

Sillas desplazables y grúas

En la línea de lo anterior tememos las grúas y sillas desplazables con columpio, que lo que hacen es mover al usuario de una habitación a otro (por ejemplo, de la cama al WC), en una misma planta, ofreciendo un desplazamiento sencillo y directo que no supone de esfuerzo ninguno.

Indicadores y comunicadores

No son ninguna novedad. Hablamos de elementos que permiten al usuario dar un aviso en caso de necesidad, ya sea a sus familiares, a los servicios de emergencia, etc. Por lo general, son pequeños dispositivos que se cuelgan para tener siempre a mano aunque también existen programas para tener instalados en el teléfono móvil, por ejemplo, y que cumplen exactamente la misma función.

Domótica

Con ella podemos hacer de manera mucho más sencilla, prácticamente pulsando un botón si hacemos una configuración previa, cantidad de cosas en el hogar como, por ejemplo, abrir y cerrar cortinas o persianas, apagar el televisor o el horno, cambiar la temperatura del aparato de aire, encender las luces, contestar el teléfono en cualquier punto de la casa, poner a limpiar el robot aspirador…

En la actualidad, además, con los asistentes de voz, conseguir esto es tan sencillo como pedirlo.

Aplicaciones móviles

Aunque pueda parecer que es algo nimio, lo cierto es que en la era digital, contar con algunas aplicaciones de accesibilidad para personas con movilidad reducida (y sus ayudantes o familiares) puede ser un acierto en muchos casos.

  • Dispones de algunas que te dicen qué espacios públicos y privados cuentan con instalaciones adecuadas como rampas, ascensores de gran tamaño, pasillos espaciosos, etc.
  • Otras nos indican qué aparcamientos cuentan con plazas de acceso sencillo o bien directamente con plazas reservadas (indicando, número, estado, cercanía a la entrada, etc).
  • Del mismo modo, vas a dar con otros softwares que, más allá de decirte si un sitio es apto o no para personas con dificultad para moverse, te indican si el acceso a los sitios lo es, es decir, si las acercas son anchas, tienen rampita, la cantidad de tráfico, si hay señalización que facilite el tránsito…
  • Por último, podemos mencionar también que existen programas en los que los usuarios van indicando dónde hay espacios en los que se facilite información sobre la accesibilidad así como eventos y actividades para promocionarla, para trabajarla, etc.

Por supuesto, nos dejamos muchos otros elementos que sirven, en mayor o menor medida tanto para facilitar la autonomía como para promoverla así como que el usuario se comunique de manera efectiva. Sin embargo, a nuestro parecer, lo esencial es conocer los tipos de herramientas para personas con movilidad reducida y, una vez nos adentremos en ellas, ir conociendo todas las que componen cada grupo poco a poco.