Desnutrición en ancianos

Desnutrición en ancianos, causas y signos de alarma

La desnutrición a cualquier edad es una condición de cuidado, que provoca la pérdida de reservas, impide la absorción de nutrientes y el debilitamiento de las funciones del organismo, y su origen es una poca o deficiente alimentación. En las personas mayores, es bastante común, y no sólo producto de una inadecuada alimentación diaria, sino también producto de alguna enfermedad o condición.

Conozcamos un poco más de este problema que se estima afecta a uno de cada tres ancianos dentro del país. 

Causas frecuentes de la desnutrición en personas mayores

Son muchos los posibles causantes de la desnutrición de un anciano, por ello se debe explorar su condición de salud y física para determinar el detonante del problema.

  • Condición de salud: algunas enfermedades pueden provocar inapetencia, problemas de deglución, al masticar o la negativa de ingerir alimentos generado por enfermedades como la demencia, e incluso los problemas de movilidad al dificultar la acción de comer pueden desencadenar problemas alimenticios si no se cuenta con el cuidado adecuado por parte de un tercero.
  • Medicación: algunos tratamientos médicos que toman las personas mayores puede provocar falta de apetito, y en algunos casos en rechazo a ciertos sabores o aromas, lo que dificulta una dieta variada.
  • Dieta mal equilibrada: una dieta pobre en nutrientes y poco variada es el principal detonante de la desnutrición. Puede deberse a falta de ingresos, pero también en muchos casos se debe a hábitos alimenticios inadecuados, condiciones físicas que impiden el acceso de alimentos o su preparación, en el caso de personas mayores que viven solas sin un cuidador. Y también puede darse el caso de dietas restrictivas producto de algún tratamiento médico.

Signos de alarma de la desnutrición en ancianos

Si eres cuidador a domicilio o tienes a bajo tu supervisión la salud de un familiar mayor, debes conocer los signos de alarma para abordar efectivamente el problemas de la desnutrición de ancianos, y así prevenir o detener las consecuencias negativas que este puede desencadenar, que van desde un serio debilitamiento del sistema inmunológico, pérdida de masa muscular, debilidad, pérdida de memoria y mayor riesgo de caídas, por nombrar solo algunas. 

  • Disminución progresiva de la ingesta de alimentos, tanto en la cantidad como en la frecuencia.
  • Adelgazamiento rápido, pérdida de grasa y masa muscular.
  • Retención de líquidos en piernas y pies mayormente.
  • Deshidratación.
  • Afecciones en la piel, moretones en extremidades superiores e inferiores.
  • Debilidad, dolor de cabeza, falta de energía constante.

Conocimiento estas señales, como cuidador de una persona mayor tienes la responsabilidad de vigilar de forma constante, estar atento y actuar de forma inmediata ante estos signos.