Prevención problemas de movilidad en personas de la tercera edad

Prevención: problemas de movilidad en personas de la tercera edad

Durante la vejez la movilidad en la mayoría de las personas mayores se ve comprometida, en algunos casos por condiciones de salud, por la medicación, y en otros por falta de apoyo de su entorno para que pueda realizar algunas tareas y pasatiempos que los mantengan activos y en movimiento. La tercera edad no debe ser sinónimo de inmovilidad, y aunque todo depende del estado de salud y las recomendaciones del médico tratante.

En todo caso, en el ‘Journal of the American Geriatric Society’ publicaron un estudio que destaca la importancia de que las personas mayores de 65 años conserven su movilidad. Y más importante aún, resaltan la importancia de movilidad en todas las edades, y llegar a la vejez con buena movilidad y habilidades motrices. Mientras que la OMS, recomienda un tiempo aproximado de 180 minutos de ejercicios a la semana, o ajustado a las capacidades de la persona.

5 Consejos para prevenir los problemas de movilidad

Conociendo la importancia de mantenerse activos en los años dorados, queremos ofrecerte algunas recomendaciones para la prevención de los problemas de movilidad. 

  1. Tener un peso saludable: un peso adecuado es el primer paso para conservar una adecuada movilidad, y es que el exceso de peso o la obesidad en casos extremos, imprimen mayor esfuerzo y estrés en huesos y articulaciones. En cambio, un peso adecuado facilitará el movimiento, al no tener que cargar peso adicional en las extremidades. 
  2. Mantener una dieta equilibrada: llevar una dieta equilibrada es clave no solo para asegurar y mantener una buena salud, un sistema inmunológico fuerte y la energía necesaria, sino que también contribuye con la regulación del peso. Y es que, en un gran porcentaje, las persona mayores sufren un importante incremento de paso, y una alimentación inadecuada. Algo que con apoyo de un cuidador responsable, puede ser fácilmente controlable.
  3. Llevar una vida activa: nunca es tarde para iniciar con alguna actividad física, caminar, bailar, realizar estiramientos… La idea es mantener el cuerpo en movimiento. Sin embargo, antes de iniciar alguna rutina o programa de ejercicios, es importante consultar con un médico para realizar una valoración previa. 
  4. Identificar los impedimentos que dificultan la movilidad: existen diferentes impedimentos que pueden estar afectado la movilidad de la personas, desde una casa mal adaptada para el libre movimiento, hasta la falta de apoyo e incentivo de su entorno.
  5. Emplear instrumentos de ayuda: muchas veces la edad viene con ciertos problemas de salud, que incluyen disminución de la actividad física, equilibrio, fuerza… entre otras temporales o permanentes. Sin embargo, en el mercado se pueden encontrar diferentes instrumentos técnicos de ayuda para evitar la inmovilidad. El uso de un bastón adecuado puede hacer una gran diferencia por ejemplo. 

¿Cuales son las causas principales de los problemas de movilidad en personas mayores?

Son muchos los factores o atenuantes que pueden desencadenar problemas de movilidad e incluso llevar a catalogarse como movilidad reducida. Según estadísticas, son más de 2,5 millones de personas que la sufren, y de este número, la mayoría corresponde a adultos mayores de 65 años. 

Los problemas más comunes derivan de afecciones musculares o del sistema nervioso. Entre ellas: las enfermedades reumáticas como la artritis y osteoporosis. Afecciones de origen infeccioso, viral y neurológico. Y por supuesto, de origen muscular, articular y traumatologico. 

De acuerdo a la causa, y a si se trata de una condición temporal o permanente, es necesario contar con un cuidador de personas mayores capacitado para atender estos casos particulares, e incentivar la movilidad adaptada a la condición que se presente.

Consecuencias de la movilidad reducida en mayores de 65 años

La pérdida de la autonomía es la primera consecuencia, de ella derivan problemas emocionales como baja autoestima o depresión en algunos casos, ya que se se requiere el apoyo de un tercero hasta para tareas cotidianas y básicas. La aparición de dolores y molestias frecuentes es otra consecuencia, con ella la toma de analgesicos para paliar el dolor.

Y para cerrar, aunque hay muchas otras consecuencias negativas ligadas a la falta de movilidad, encontramos que la persona se hace más propensa a la aparición de enfermedades diversas que van desde el sobrepeso a problemas cardiacos. 

Soluciones para mejorar la movilidad en mayores

De acuerdo al caso, nivel y a la propia disponibilidad, existen diferentes soluciones que pueden ayudar a paliar el problema o mejorar de forma significativa la movilidad de una persona mayor. 

Uso de herramientas técnicas

Existen diversas soluciones técnicas diseñadas para ayudar a nuestros mayores a desenvolverse mejor en su día a día. Lo primero es determinar el nivel de dependencia que padece, y con ayuda de un especialista determinar qué necesita. Mucho más allá del bastón adecuado que ofrece grandes beneficios, existen plantillas ortopédicas, zapatos ortopédicos, andadores, sillas de ruedas en caso de movilidad reducida extrema. 

Casa adaptada a las necesidades

¿Qué pasa si la casa donde vive el mayor tiene escaleras? ¿Usa silla de ruedas pero las puertas de casa con muy angostas? ¿La casa está abarrotada de objetos y mobiliario que impiden que se mueva fácilmente con el bastón o andador? La casa de una persona mayor debe estar adaptada a su condición, de ser un espacio pensado para que pueda moverse libremente de acuerdo a sus posibilidades. Para esto se pueden hacer modificaciones diversas y así lograr una vivienda adaptada a lo que necesita, que facilite su movilidad y reduzca peligros.

Cuidado adecuado

Contar con apoyo familiar y un cuidador capacitado para atender y ayudar, son claves para incentivar la movilidad. Recibir un trato adecuado, con empatía no con compasión, hacer partícipe a la persona y no hacerlo sentir como una carga por sus impedimentos físicos, y demás actitudes que faciliten el día a día, funcionan como estímulo y contribuyen al único fin, mejorar la calidad de vida de nuestros mayores.