¿Qué hacer si la persona mayor no acepta mis cuidados

¿Qué hacer si la persona mayor no acepta mis cuidados?

Es muy común que personas mayores con o sin limitaciones físicas cuenten con el apoyo de una persona capacitada para brindarle el cuidado oportuno que necesitan, adaptado siempre a las condiciones físicas, mentales y emocionales de la persona. Sin embargo, también es muy común que la persona rechace esa atención, se muestre renuente a recibir apoyo e incluso actúe de cierta forma que hace muy complicado cumplir con el trabajo de un cuidador de ancianos.

¿Qué hacer si la persona mayor no acepta los cuidados?

En un primer momento, antes de la contratación de personal de asistencia, es importante que los familiares encargados del cuidado del adulto mayor lo integren en la toma decisiones, expongan las razones por las que es necesario contar con ese apoyo extra y todas las ventajas que esto podría traer.

Por supuesto, lo anterior depende mucho del estado físico y mental de la persona, por ello se recomienda primero conocer el estado de salud de la persona, y partir de este punto determinar si es necesario contratar a un profesional sanitario. Y es que, no todos los adultos mayores requieren de la misma ayuda, algunos solo necesitan compañía y apoyo cotidiano, mientras que aquellos que sufren de alguna patología o enfermedad pueden requerir más apoyo, o completa atención.

La comunicación antes de contratar a un servicio de cuidado de personas mayores es clave, independientemente de la salud de la persona, merece ser incluida en una decisión que le involucra. Pero, también, cuando están por completo cerrados a esa posibilidad, es necesario exponer las razones, incluyendo las ventajas del servicio, hasta puntualizar la imposibilidad de la persona de cuidarse por sí misma, y de los familiares de proveerle ese cuidado.

¿Por qué no se dejan cuidar?

Con la llegada de la vejez, también se empieza a notar la imposibilidad de llevar acabo algunas tareas que antes podían hacerse sin problema. En este caso, son muchas personas de edad avanzada que les cuesta admitir esto, lo que les provoca estrés, irritabilidad y en algunos casos actitudes agresivas.

Es algo normal, y bastante habitual. Y la manera de lidiar con esto no es igual en todos los casos, pero se recomienda lograr una comunicación efectiva, y nunca ser impositivos al respecto.

Recomendaciones:

  • Se debe evitar a toda costa imponer la decisión de contratar a un cuidador, por el contrario, se debe razonar al respecto. De lo contrario el rechazo será mucho mayor.
  • La aceptación puede ser un proceso progresivo, se recomienda primero hablar sobre lo que ya hemos expuesto, seguido de una presentación del cuidador, y una vez la situación ya no sea de rechazo integrar el servicio de forma paulatina.

Para una persona mayor no son fáciles todos los cambios que conlleva la edad, y mucho menos cuando viene acompañada de enfermedades. Por esto, hay que entender, no imponer y elegir bien a la persona que realizará el servicio de cuidado.