El pasado 21 de septiembre se conmemoró el Día Mundial del Alzheimer, fecha en la cual se busca de alguna manera sensibilizar a la sociedad sobre la gravedad de esta enfermedad que afecta a millones de personas en el mundo, y que solo en España se estima que un 4% de la población mayor de 75 a 79 años la padecen, y aun más alarmante es que esta cifra aumenta significativamente a partir de los 85 años, a un 35%.
El Alzheimer provoca pérdida de la memoria y de los recuerdos, pero no de los sentimientos que una situación así puede generar. Es una cruel enfermedad que imposibilita a la persona a expresar sus sentimientos y a tener una forma de canalizarlos sin ayuda, ya que no pueden ponerlos en palabras o en acciones. Como conmemoración de esta fecha elegida por la OMS, buscamos solicitar más investigación científica, y que personas comunes puedan conocerla y si es posible detectar sus primeras manifestaciones.
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¿Qué es al Alzheimer?
Sabemos que el Alzheimer es una enfermedad neurodegenerativa, progresiva a irreversible, así se ha demostrado luego de 15 años de ensayos clínicos que han fracasado hasta ahora. La causa más común de ella es la demencia, y aunque no existe un tratamiento para su cura hasta el momento, la ciencia se está inclinando también a su prevención. Y es que, diversos estudios indican que se trata de una enfermedad de larga duración, que empieza a generar daños en el cerebro 15 o 20 años antes de mostrar sus primeros síntomas.
Esta puede ser la causa de que aun no se encuentre una cura, ya que el cerebro ya a presenta mucho daño como para ser revertido. Por esto, la prevención es muy importante. Durante la vida adulta se pueden aplicar diferentes cambios en la vida cotidiana en pro de la prevención. Sin embargo, en personas mayores, los familiares y cuidadores tienen una labor de vigilancia, y es que a partir de los 65 años la propensión a la enfermedad es mayor.
¿Prevención en adultos mayores?
No solo las personas mayores pueden padecer esta enfermedad, pero su edad los hace más proclives. Esta claro que no puede hacerse nada para revertir lo que se ha hecho durante toda su vida, pero esto no quiere decir que las personas mayores y sus cuidadores no puedan poner en práctica algunas acciones.
Pensemos en el cerebro como un músculo que necesita entrenamiento para mantenerse en forma. De este modo, la misma persona, sus familiares o su cuidador tienen la responsabilidad de incentivar la realización de actividades para fortalecer competencias como la memoria, punto clave para prevenir su perdida. Lo anterior no solo pensando en el Alzheimer, sino también en problemas asociados con la propia vejez.
La memoria puede ejercitarse con terapias de estimulación. No es necesario ser un experto, el solo hecho de conversar con la persona y animarlo a contar experiencias del pasado es un gran ejercicio.
Buena salud, clave de la prevención
La prevención de cualquier enfermedad empieza por la salud general que goce la persona, y con el Alzheimer no es la excepción. Si bien, es una enfermedad que aun no cuenta con tratamiento, y necesita mucha más investigación. Se sabe que una buena salud es un factor clave para prevenirla.
Para ello los especialistas médicos recomiendan:
- No fumar
- Controlar enfermedades consideradas como factores de riesgo como la hipertensión, la diabetes, e incluso la alteración de valores como el colesterol alto.
- Conservar un peso saludable, la obesidad es un factor de riesgo.
- Mantener una dieta equilibrada, rica en verduras frescas, frutas variadas y proteínas magras. Asimismo, incluir fuentes que contengas ácidos grasos Omega 3.
Consejos para prevenir el Alzheimer
Además de conservar una buena salud con hábitos adecuados. Hay algunas acciones sencillas que pueden practicarse con frecuenta para la prevención de esta enfermedad.
- Tener una vida social activa, relacionarse con personas. Asistir a reuniones, conversar con amigos… simples acciones que ayudan mantener las conexiones neuronales activas.
- Llevar una vida activa, caminando diariamente o manteniéndose en movimiento de acuerdo con sus capacidades y características de la persona.
- Por último, mantener la mente activa.
Mente activa
Para ejercitar la mente hay muchas alternativas, y lo que se busca es presentar retos a la mente para que las reservas cognitivas se mantengan.
- Leer un libro a la semana, y luego conversar sobre lo qué trata es una gran forma de estimular las habilidades cognitivas y la memoria.
- Aprender una nueva habilidad (pintar o un nuevo idioma)
- Realizar tareas de destreza mental como crucigramas, laberintos, puzles…
- Jugar con juegos de mesa, además, es una gran forma de divertirse en familia.
- Resolver asertivos o adivinanzas.
Todas estas actividades están destinadas a mejorar la atención, la percepción, la memoria, la velocidad de procesamiento y también, el razonamiento.
Sabemos que hasta hoy no hay cura, y en muchos casos ya no es posible la prevención, lastimosamente. Somos conscientes de los desafíos que supone no solo a quien lo padece sino también a su círculo cercano, por ello, la mejor alternativa para cuidar a una persona mayor con Alzheimer es un cuidador experimentado y capacitado en este tipo de casos.
No hay forma de paliar lo que representa una vida sin recuerdos, pero se puede hacer lo mejor para que la calidad de vida de la persona sea la mejor.