Los estudios, el trabajo, la familia, las metas personales y profesionales pueden acaparar tu atención y motivación, por lo que podrías descuidar aspectos cruciales de tu bienestar. Pensar a largo plazo es inteligente y te servirá para sentirte pleno a cada etapa, en especial, en aquella que demanda más cuidados y precaución. Al envejecer de forma saludable disfrutarás de tus relaciones y actividades, gozarás de lucidez mental, movilidad física e independencia.
El envejecimiento no debe alarmarte, pero sí llamarte a la reflexión. Quizás debas poner en marcha algunos cambios para que cuando se acerque el momento del retiro, puedas vivirlo al máximo. Pon en práctica los siguientes consejos y verás que la tercera edad será muy activa y feliz.
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Alimentación sana
La buena alimentación es la piedra angular de una vida saludable y la prevención de enfermedades. Los alimentos son más que el combustible del cuerpo, de ellos se obtienen nutrientes fundamentales para el mantenimiento de tejidos y la realización de todo tipo de procesos. Desde las edades más tempranas lo ideal es desarrollar óptimos hábitos alimenticios, evitando el consumo de procesados, transgénicos y químicos.
En cambio, come en abundancia verduras, frutas, frijoles, frutos secos y semillas. Prefiere las grasas saturadas y los alimentos frescos. Carne y azúcares deben moderarse, en especial, en adultos mayores, ya que producen problemas con los niveles de glucosa en la sangre y dificultan la digestión.
Para comer bien hay que aprender a elegir y practicar la moderación, no es necesario ser restrictivo, pero sí disminuir aquellas comidas que no dan aportes nutricionales beneficiosos al cuerpo; sino que promueven la obesidad, diabetes, colesterol alto, entre otros.
Te aconsejamos variar tus comidas, aprender nuevas recetas, abrirte a la creatividad y la posibilidad de probar cosas nuevas. La gastronomía es un universo que vale la pena explorar.
Actividad física frecuente
El ejercicio hace al cuerpo más fuerte y resistente, favorece el desarrollo y mantenimiento de músculos, huesos y articulaciones. Las personas mayores que realizan actividad física tienen una mejor movilidad y sufren menos accidentes al desplazarse. Es un mecanismo efectivo para el control de peso e incrementa la cantidad de energía diaria, al llevar más nutrientes y oxígeno a cada uno de los tejidos del cuerpo.
La actividad física hace que el trabajo de los pulmones y del corazón sea más eficiente. Estos órganos harán sus funciones con menos esfuerzo y reducirás considerablemente la probabilidad de una enfermedad cardiovascular. También, mejora el desempeño sexual, libera endorfinas que provocan sensación de tranquilidad y felicidad, combate el insomnio, el estrés, la ansiedad y depresión, pues genera alegría y buen humor.
En definitiva, ejercitarse con frecuencia es necesario para envejecer de forma saludable. ¿Cómo hacerlo? Hay numerosas actividades que sirven como entrenamiento, lo interesante es conseguir algo adecuado con tus habilidades y que te sea muy divertido.
Fortalece la mente
Este es un hábito muy valioso, pues la lucidez mental se deteriora en el envejecimiento. Sin embargo, no tiene por qué ser así en tu caso. Leer con frecuencia cualquier material, estudiar algo desconocido, adquirir un hobbie, conversar, ir a un debate, aprender a usar nuevas tecnologías como el internet y las aplicaciones, escuchar música y tener pasamientos mentales, son algunas de las cosas que puedes hacer.
Por otro lado, te sugerimos aprender a gestionar tus emociones, conservar una actitud positiva, cultivar la paciencia y la tolerancia, gestionar el estrés, preocupaciones y conflictos.
Respetar la rutina del sueño
Dedicarte varias horas de sueño de calidad le ayuda a recuperarse del cansancio. Del mismo modo, da tiempo para que el organismo cumpla con funciones fisiológicas y neuronales que intervienen en la salud de los órganos. Si cedes el momento de tu descanso a los problemas, estás abriendo la puerta a la depresión e insomnio.
Establece una rutina antes de dormir donde tengas entre media hora o una hora para alejarte de los electrónicos, tomar un baño caliente, meditar, leer un poco o escuchar música relajante. Pon luces tenues en la habitación y evita cenar pesado.
Haz las adaptaciones al hogar
Es normal requerir apoyos extras en el baño o las escaleras y una ducha es más conveniente que una bañera. Las adaptaciones en casa para los mayores buscan dar seguridad, hacer que todo sea más accesible y las actividades diarias más cómodas.
Vive plenamente la vejez cuando llegue
A algunas personas mayores se les hace difícil aceptar los cambios de la vejez y la evolución dentro de su círculo familiar. La partida de los hijos de casa o la jubilación no deben convertirse en razones de disgusto. Da libertad y no te preocupes en extremo por los demás. La nueva etapa en tu vida es un descanso merecido, un tiempo para explorar tus nuevos intereses, disfrutar a los nietos y dedicarte por completo a ti.
Envejecer de forma saludable es algo que puedes planificar desde ahora. ¡Empodérate!