Medicamentos y alimentación. Consejos y claves a tener en cuenta

Medicamentos y alimentación. Consejos y claves a tener en cuenta

Combinar medicamentos y alimentación en las personas mayores es un tema de  cuidado y del cual se habla poco. 

Sabemos que alimentarse saludablemente es fundamental para que las personas de la tercera edad tengan una mejor calidad de vida, aunque esto aplica para todas las edades, es algo fundamental. Sin embargo, lo que pocas veces se cuenta es que algunos alimentos y bebidas, incluso muy sanos y naturales, pueden interactuar con la medicación o hacer menos eficaz un determinado tratamiento.

De estas interacciones y los cuidados que debemos tener te estaremos hablando. La idea es que conozcas los riesgos y tomes las debidas precauciones.

Medicamentos y alimentación: ¿cuáles son los riesgos?

Combinar ciertos alimentos con medicamentos de uso frecuente puede causar reacciones adversas que son conocidas como interacción farmacológica (IF).

Estudios publicados por la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología advierten que la IF es realmente de cuidado en personas mayores y de muy avanzada edad. 

La IF incluye la modificación de los efectos de un fármaco frente a la presencia de otro fármaco, y también su combinación con algo que comemos o bebemos. Alternar las medicinas con preparados hechos con plantas también puede causar IF. 

Según los geriatras y gerontólogos, entre los efectos perjudiciales de la IF están el incremento de la toxicidad de un compuesto o la reducción de la eficacia de un determinado fármaco.

Esperanza de vida y enfermedades crónicas

Uno de los elementos que pueden desencadenar interacción riesgosa entre medicamentos y alimentación es el hecho de que muchas personas mayores sufren de  varias enfermedades crónicas al mismo tiempo. A esto se le llama comorbilidad.

Para controlar cada una de estas enfermedades, se indican varias medicaciones, que a su vez elevan el riesgo de interacciones no deseadas entre un fármaco y un alimento.

Estos efectos muchas veces pasan desapercibidos. Y es que para muchos cuidadores, familiares y el mismo paciente puede ser difícil creer que un alimento saludable pueda ser peligroso si se consume con una o varias medicinas. 

Sin embargo: 

  • En personas mayores que sufren de cardiopatías o enfermedades cardiovasculares, comer frutas como el pomelo o la granada altera la acción de medicamentos para controlar el colesterol.
  • Las espinacas, coles rizadas y otras verduras de hoja verde tienen grandes cantidades de vitamina K. Esto es un riesgo para los pacientes que toman anticoagulantes para prevenir los accidentes cerebrovasculares, ya que se reduce la eficacia del tratamiento.

Y estos son solo dos ejemplos.

Estadísticas y patologías 

El riesgo de interacción entre medicamentos y alimentos es más alto de lo que podemos llegar a creer.  

Hay estudios que estiman que el 25% de las personas de más de 65 años y 31% de los mayores de 85 años padecen cuatro o más condiciones médicas. 

Por su parte, el Women′s Health and Aging Study afirma que el 50% de las mujeres de avanzada edad pueden tener tres o más condiciones crónicas importantes.

Todas estas personas reciben diferentes tratamientos para tratar enfermedades crónicas muy frecuentes como:

  • Hipertensión arterial, colesterol elevado, enfermedades del corazón
  • Diabetes, várices, cataratas. 
  • Artrosis, reumatismo o artritis, dolores de espalda
  • Alergias y bronquitis crónica, asma. 
  • Depresión, migraña, osteoporosis y  hemorroides. 

La lista es larga. 

Medicamentos y alimentación: ¿cuáles son los riesgos de combinarlos?

Alimentos y medicamentos que NO deben ir juntos

Todo cuidador debe extremar la alimentación de las personas mayores. Ello para minimizar los riesgos al comer y beber alimentos que pueden causar daño hepático, afectación de la función renal, reducción o potenciación del efecto de la medicación, entre otros factores adversos.

¿Qué alimentos y medicamentos definitivamente no debemos mezclar? La American Heart Association refiere que son los siguientes:

Chocolate con mantequilla de cacahuete

Pueden aumentar la tensión arterial en quienes toman medicamentos inhibidores para controlarla. Comer chocolate es peligroso para quienes consumen inhibidores de la monoaminooxidasa, como fenelzina y tranilcipromina, para la depresión.

Quesos madurados y embutidos

Los lácteos no frescos, mortadelas, salami, salchichas, pepperoni no deben ser consumidos por personas con presión arterial alta, ya sea que estén medicadas o no.

Pomelo, entero o en zumo

Es una de las frutas cuyo consumo debe ser evitado si se toman medicamentos con o sin receta para bajar la tensión arterial. El zumo de pomelo multiplica el efecto de estas medicaciones y eleva los riesgos para la salud.

Verduras de hojas verdes, judías, hígado

Los alimentos muy ricos en vitamina K1, que incluyen las verduras de hojas verdes, lentejas, judías e hígado de res, están contraindicados en personas que toman anticoagulantes cumarínicos (como acenocumarol y warfarina).

Regaliz

Parece inofensivo, pero este alimento interactúa negativamente con compuestos medicamentosos como digoxina (usada para la insuficiencia cardíaca congestiva y los latidos anormales). Puede elevar la toxicidad del medicamento y reducir los beneficios de los diuréticos y los fármacos para regular la presión arterial.

Alcohol

Ya sabemos que no es un nutriente, pero el alcohol está totalmente desaconsejado para quienes toman cualquier clase de medicamento. Puede reducir el efecto de la medicación o aumentarla.

Ginseng

El ginseng se usa para la circulación sanguínea y bajar el estrés. El problema es que aumenta el riesgo de sufrir hemorragias en personas que toman heparina, aspirina, ibuprofeno, naproxeno y ketoprofeno y otros AINES. 

Combinado con inhibidores de la monoaminooxidasa, el ginseng causa nerviosismo, cefaleas, trastornos del sueño e hiperactividad.

Hierba de San Juan

El Hypericum perforatum es un suplemento alimenticio que favorece la producción de enzimas hepáticas. Esto puede reducir la concentración de varios medicamentos en la sangre. Entre ellos, los que reducen el colesterol (lovastina) o tratan la disfunción eréctil (sildenafilo).

Vitamina E y omega-3

Consumir vitamina E y ácidos grasos omega-3 como suplementos alimenticios eleva los riesgos de sufrir hemorragias en personas que toman anticoagulantes. 

Recomendaciones para evitar riesgos

Estas son las pautas generales recomendadas para evitar otras interacciones riesgosas entre medicamentos y alimentación:

  • Debe evitarse consumir medicamentos juntos con café, leche, té, fibra y alimentos altos en minerales.
  • La cafeína nunca debe ir con fármacos estimulantes, como las anfetaminas. Puede producir temblores, nerviosismo, insomnio.
  • No debe darse quesos y carnes curadas, extracto de levadura y judías verdes a personas mayores que toman antidepresivos inhibidores de la monoaminooxidasa (IMAO). Estos alimentos tienen tiramina y pueden desatar reacciones graves como una crisis hipertensiva, taquicardia, cefaleas, enrojecimiento.
  • Los lácteos no deben tomarse mientras se recibe tratamiento con tetraciclinas, ya que puede reducir el aprovechamiento del calcio en el metabolismo. 
  • Comer alimentos muy ricos en proteínas puede hacer que la orina se vuelva más ácida. Esto acelera la velocidad para eliminar del organismo los fármacos de tipo catiónicos, como la amitriptilina.
  • Comer alimentos muy grasos reduce en 50% la efectividad de la medicación antirretroviral.
  • El tofu y otros alimentos con soja pueden afectar la absorción en los intestinos de fármacos como la levotiroxina.
  • No se debe tomar leche y sales de hierro si se están tomando antibióticos como las  fluoroquinolonas y bifosfonatos.

En conclusión

Como consejo final, hay tres recomendaciones más que pueden ayudar a evitar las peligrosas reacciones entre medicación y comidas:

  • Siempre hay que tomar los medicamentos orales junto con un vaso de agua. 
  • El estómago debe estar vacío, es decir, una hora antes de comer o dos horas después de comer. Este simple consejo puede reducir la mayoría de las interacciones conocidas.
  • Si el medicamento produce molestias gástricas o náuseas al tomarlo con el estómago vacío, se puede acompañar con una porción de pan blanco u otro hidrato de carbono refinado y con pocos nutrientes.

Por último, recuerda siempre mantener actualizado el plan de medicamentos y alimentación de la persona mayor para adaptarlo a sus requerimientos.