Síndrome del cuidador ¿Cómo minimizar el estrés?

Síndrome del cuidador ¿Cómo minimizar el estrés

El trabajo de un cuidador, es una labor de entrega, de dedicación y paciencia, también es demandante, con mucha responsabilidad, esfuerzo (físico y mental) así como de, en algunos casos, presión y estrés. Todo esto dentro de los parámetros normales, sin embargo, en algunos ocasiones se exacerba, complicando la tarea y trayendo dificultados al cuidador, que de una u otra forma traspasan a la persona que cuida, por lo general, ancianos con algún nivel de dependencia.

Cuando el cuidador sufre un alto grado de estrés o de cansancio, que sobrepasa los límites normales, puede estar sufriendo lo que se conoce como síndrome del cuidador, el cual puede conllevar a graves cuadros de ansiedad, estrés, e incluso depresión. ¿Cómo reconocer si se sufre de este síndrome? ¿Cómo controlar los niveles de estrés? Contestamos estas y otras preguntas aquí.

¿Qué es el síndrome del cuidador?

También conocido como colapso del cuidador o síndrome del cuidador quemado es cuando la persona a cargo del cuidado de una persona mayor, o de alguien con dependencia de alto grado, es sobrepasado por las circunstancia del día a día, provocando ansiedad, estrés, angustia, cansancio extremo físico y mental, depresión…

Por lo general esto suele suceder cuando el cuidado recae en un familiar, y es que en el 80% de los casos el cuidado de los mayores en el país lo asume un miembro de la familia. Sin embargo, este síndrome no es especial de los familiares, todo cuidador, con o sin experiencia puede padecerlo en algún punto.

Y es que, nadie está complemente preparado para afrontar desafíos como cuidar a una persona con demencia o Alzheimer por ejemplo. En estos y otros casos, el cuidador puede llegar a frustrarse por sentir que no puede abordar la situación como quisiera, o ayudar a la persona como lo necesita. 

Señales de alerta ante el síndrome del cuidador

Cuando las circunstancias del cuidador sobrepasan la capacidad de la persona que brinda asistencia, por lo general empieza a mostrar señales que puede alertar sobre la presencia de este padecimiento:

  • Episodios de ansiedad cada vez más frecuentes.
  • Agotamiento extremo a nivel físico y también emocional.
  • Sentimientos de rabia, frustración e impotencia ante la realidad actual.
  • Dejadez de su propio cuidado, y abandono de sus hobbies o actividades regulares.
  • Elevada irritabilidad.
  • Problemas de sueño.
  • Negación a la interacción social.
  • Estado de negación ante los problemas que esta evidenciando.
  • Defensas bajas.

¿Cómo tratar el problema?

Como cualquier problema emocional o físico, lo primero es que la persona asuma y acepte lo que le sucede, y con ello pida ayuda. De nada sirve implementar cambios y buscar el bienestar de la persona, si esta está en negación.

Luego de este paso son necesarios cambios significativos, tanto por parte del cuidador, como de su entorno. Pedir y recibir apoyo es un punto clave para tratar este problema.

Consejos para cuidar al cuidador

Para paliar los síntomas y ayudar al cuidador a retomar el control de su bienestar y salud mental, estos consejos serán de gran ayuda:

  • Existen limitantes y hay que aceptarlas

El trabajo de un cuidador de personas mayores conlleva gran responsabilidad, y es que su salud física y mental, recaen en el cuidador. Por ello, lo primero es aceptar que existen limitantes, que se hace lo mejor posible de acuerdo a la realidad. En este sentido, el cuidador no puede autoimponerse una carga desmesurada que no conllevará a un mejor cuidado del anciano.

El tiempo es limitado, y es necesario distribuirlo para que el paciente reciba la atención que necesita, pero que también el cuidador puede tener tiempo para su propio cuidado.

  • Compartir el trabajo 

Las capacidades físicas no son inagotables, el tiempo tampoco lo es, por ello, de acuerdo al nivel de dependencia y salud de la persona, es posible que en lugar de un cuidador trate de cubrir todas las tareas, estas se distribuyan entre dos o más, siendo miembros de la familia, o cuidadores particulares internos o por horas

Además, el trabajo también puede compartirse con la misma persona que se cuida, dejando en sus manos algunas tareas sencillas que de acuerdo a su condición pueda llevar a cabo. Esto ayudará a no agudizar la dependencia que pueda padecer el anciano, y también facilitarán un poco las tareas del cuidador. 

  • Conocer lo que padece la persona

Para evitar sentimiento de culpa, frustración o impotencia es necesario que el cuidador conozca los síntomas, cambios y complicaciones que padece la persona bajo su cuidado. Al comprender su nivel de dependencia o los cambios que genera determinada enfermedad será más sencillo trabajar con ella y gestionarla.

  •  No descuidarse a sí mismo

Como decíamos al inicio, el tiempo es limitado, es necesario saber gestionarlo para cubrir las necesidades de la persona, sin descuidar las propias. Este es uno de los principales errores que cometen los cuidadores, y uno que debe evitarse. Alejarse unas horas de ciertas circunstancia brinda un respiro tanto emocional como fisico.

Por último, queremos expresar nuestro entendimiento ante las tareas desafiantes que afrontan la mayoría de los cuidadores, la paciencia no es eterna, sentir cansancio es normal, e irritarse por ciertas situaciones es comprensible. Pero hay que aceptarlo, y poner manos a la obra para evitar que estas sensaciones que en un punto son normales se conviertan en algo más.

Si necesita ayuda para cuidar a una persona mayor con o sin dependencia, por parte de un cuidador profesional, aquí podrá encontrar personas cualificadas para esta labor, desde cuidadores por horas, hasta internos.