Soledad residencial riesgos que un cuidador puede evitar

Soledad residencial: riesgos que un cuidador puede evitar

Cada vez es más habitual que personas de la tercera edad opten por vivir solos en su propia residencia, y con el aumento de la esperanza de vida esto significa que un gran porcentaje de la población opta por esta opción. Y es que, en España, para el 2019 las estimaciones ubicaban la población de más de 65 años en más del 19 % según el INE (Instituto Nacional de Estadísticas), y es que aunque este aumento es una buena noticia, no lo es la vulnerabilidad y los riesgos de una persona mayor en soledad.

Es cada vez más frecuente ver noticias sobre ancianos que sufren caídas, accidentes domésticos, e incluso robos en sus domicilios por parte de quienes se aprovechan de su vulnerabilidad. A esto se le suman los problemas, molestias e impedimentos propios de la edad. ¿Qué hacer al respecto? Preparamos este post con información sobre los riesgos más comunes de la soledad residencial, y la alternativa que representan los cuidadores a domicilio ante esta realidad.

Riesgos de vivir solo durante la vejez

Durante la vejez es habitual una disminución del equilibrio, de la vitalidad, y algunos problemas de la salud… Y si la persona vive sola, sea o no de forma voluntaria, esto puede conducir a ciertos riesgos. Los más habituales son:

  • Descuido del estado de salud: es habitual que durante la vejez se tomen algunos medicamentos para tratar diferentes enfermedades o condiciones de salud particulares. Todo tratamiento requiere una medicación específica, y al vivir solos es común olvidar la hora de la toma, la cantidad, e incluso no solicitar ayuda médica oportuna. 
  • Alimentación inadecuada: muchos ancianos que viven solos no llevan una alimentación adecuada, ni en nutrientes ni en horarios, por esto es habitual observar casos de obesidad o desnutrición. Esto junto a la falta o escasa movilidad acarrea un deterioro de la salud.
  • Mala higiene: ciertas dificultades físicas o la falta de adaptación de los baños hacen que se descuide la higiene diaria.
  • Accidentes domésticos: los problemas de equilibrio, coordinación y movilidad, la disminución de facultades básicas e incluso los problemas de memoria son condiciones que muchos adultos mayores llegan a padecer y son un foco de riesgo que puede desencadenar accidentes en el domicilio que van desde caídas hasta incendios accidentales.

Si bien el estado de salud, física y mental, es muy variable de persona a persona, la tercera edad conlleva el deterioro de ciertas condiciones o facultades en diferentes grados, aunque se conserve la independencia, en algún momento se requerirá ayuda para ciertas tareas.

Cuidadores a domicilio, una gran alternativa

Indiferentemente del estado de salud, un servicio de asistencia domiciliaria para personas mayores ofrece una alternativa altamente valorada para apoyar la salud y bienestar de las personas durante la vejez. La sola presencia de un profesional con conocimientos, puede representar una diferencia ante estos y otros riesgos que pueden vivir los ancianos que viven solos.

Y es que, sumados a los riesgos que hemos enlistado, la soledad, falta de actividad social y acompañamiento representa un detonante para problemas emocionales y psíquicos que pueden prevenirse con la sola compañía de una persona. Es normal que familiares no cuenten con la disponibilidad de tiempo suficiente para acompañar diariamente a sus familiares, y ante esto, la contratación de asistencia domiciliaria representa una buena opción de prevención, cuidado y atención.