¿Cómo cuidar a una persona mayor durante el verano

¿Cómo cuidar a una persona mayor durante el verano?

Durante los meses más calurosos del año todos estamos más activos, y esto incluye a las personas mayores. Y es que, sea un paseo por la zona, una caminata sencilla al parque, un viaje, e incluso exponerse a las altas temperaturas del día al estar en casa sin la ventilación o climatización adecuada puede representar un peligro sino se toman las precauciones necesarias.

Sumado a las altas temperaturas, este verano trae algo especial, no en el sentido positivo, la pandemia. Por lo que las vacaciones estarán condicionadas no sólo a protegerse del calor y del sol, sino también a la nueva normalidad que impone un virus que aún no tiene vacuna.

Efectos del calor en las personas mayores

El inclemente sol nos afecta a todos, por ello las ingesta adecuada de líquidos y la protección ante los rayos solares es algo que debemos tener siempre presente. Sin embargo, las personas mayores reaccionan diferente, y por ello, la precaución es la mejor forma de cuidado.  

Durante esta época, con temperaturas tan elevadas, los ancianos son muy vulnerables ya que están expuestos a temperaturas que su cuerpo ya no puede regular con eficiencia, una elevación a más de 40° de la temperatura corporal puede ser altamente peligrosa si no desciende rápidamente.

El cuerpo tiene ciertos recursos para por sí mismo regular su temperatura, la sudoración es una de ellas, pero puede provocar la deshidratación, y si no se siente sed como pasa con la mayoría de los ancianos, es probable que no se ingieren líquidos suficiente si no se tiene el cuidado necesario. La vasodilatación es otro método, el cuerpo aumenta el flujo de sangre de los vasos capilares y así logra que descienda la temperatura, pero esto puede ser peligroso en edades avanzadas porque también aumenta la frecuencia cardiaca. 

¿Cómo se manifiesta los efectos del calor excesivo?

Todo cuidador en esta época del año debe conocer los síntomas característicos de que el cuerpo está luchando con las altas temperaturas y de que algo no está marchando bien.

  • Fatiga y cansancio extremo: cuando sin razón aparente aparece debilidad, fatiga extrema, e incluso, en algunos casos, confusión mental o taquicardia, es necesario tomar la temperatura corporal de la persona.
  • Calambres: es común que en personas de edad avanzadas aparezcan calambres en las extremidades, pero no hay que confiarse, la deshidratación también puede provocar calambres o espasmos dolorosos en las extremidades y también en la zona abdominal.
  • Golpes de calor: es momento de actuar rápido, este es un peligroso síntoma que puede manifestarse con una elevada temperatura corporal, confusión mental, respiración acelerada, náuseas, vómito, dolor de cabeza, aumento de la frecuencia cardiaca, pupilas dilatadas y desorientación. 

¿Qué hacer ante un golpe de calor?

Es importante no llegar a este punto, el cuidador a cargo de la persona mayor, debe estar atento ante cualquier señal, pero en caso de presentarse esta situación. Actuar en forma oportuna puede marcar la diferencia.

Lo primero es llamar al servicio de emergencias. Y mientras se recibe la atención:

  • Hay que sacar a la persona del calor, situarlo en lugar fresco, y retirarle el exceso de ropa.
  • Darle un ducha o baño de bañera con agua fría. Si no es posible, rociarlo con agua, pasar una esponja mojada o colocar compresas de hielo o toallas húmedas y frías.
  • Las compresas es adecuado ubicarlas en cuello, axilas e ingle para ayudar a bajar la temperatura corporal.
  • Comienza la hidratación con agua fría más no helada.

Consejos para cuidar a las personas mayores durante el verano

Para prevenir todo lo anterior, es necesario tomar ciertas precauciones, que realmente serán convenientes para una persona de cualquier edad, pero especialmente positivas para los mayores en esta época tan calurosa como es el verano.

Ingerir suficiente líquido

Recordemos que los mayores en su mayoría pierden la sensación de sed, pero esto no puede ser una excusa para lo tomar agua y líquidos durante el día. Con las altas temperaturas, el líquido del cuerpo se pierde con mayor rapidez, por eso es tan necesario reponerlo de forma constante. El cuidador debe estar atento a la ingesta de líquido y ofrecer con regularidad. Y al agua habitual se pueden añadir electrolitos o sales minerales si se evidencia algún signo de deshidratación.

Elegir las bebidas adecuadas

El café y el alcohol en las personas mayores no es recomendados, y en caso de que el café se consuma, no debería superar la taza al día. Preferiblemente en horas de la mañana para evitar las horas de mayor calor, todo esto bajo recomendación del médico tratante. Recordemos que estas bebidas pueden favorecer la deshidratación. En su lugar preferir el agua, y si se quiere tomar algo diferente un zumo de frutas no concentrado y sin azúcar puede ser una opción.

Aumentar el consumo de frutas y verduras

No solo los líquidos son importantes y ofrecen hidratación, las frutas y verduras frescas también, por ello recomienda aumentar su consumo durante el verano. Y preferir la fruta fresca en lugar de zumos, ya que de este modo se conversa la fibra y menos concentración de azúcares, y al consumirlas en su forma natural, también conservan intactas sus vitaminas, indispensables para la salud del organismo. En cuanto a los vegetales, también preferir los que se consumen en su estado natural, lechugas, tomates, aguacate… aportan frescura y son fáciles de digerir.

Elegir los alimentos correctos

En esta época, más que en otra es necesario elegir alimentos frescos, de fácil digestión, en lugar de comidas copiosas que se digieran en largos periodos. Tampoco es aconsejable evitar caldos o guisos calientes, que aumenten la temperatura corporal. 

Mantener la casa fresca

Aunque no se esté al aire libre, el calor puede afectar, por eso es necesario mantener la casa fresca y cómoda para la persona mayor. Durante las horas más calurosas del día, cerrar ventanas para evitar que el calor exterior entre a casa, cubrir ventanas con cortinas especiales que repelen el sol y abrirlas a tempranas horas de la mañana, final de la tarde y durante la noche. Si se tiene aire acondicionado, una temperatura adecuada es entre 20 a 24 °C.

Protegerse del sol

Para protegerte del sol el uso de sombreros y gafas de sol, son buenas alternativas, así como emplear antes de salir una buena crema solar con un factor de protección de amplio espectro de mínimo 30. Asimismo, en el aire libre mantener a la sombra, y evitar exponerse al sol en las horas más calurosas que son entre las 10 de la mañana hasta las 5 de la tarde.

Además de todos estos cuidados, hay que recordar que dentro de esta nueva normalidad, es mejor evitar lugares muy concurridos, y saber dónde utilizar la mascarilla, que puede ser muy incómoda con el calor, pero necesaria en esta situación. Si se sale de paseo con una persona mayor, dónde no se pueda conservar una distancia de mínimo 1.5 metros, será necesario utilizarla, pero en el coche por ejemplo, se puede descansar de ella. 

Estos cuidados habituales, más los que debemos tener con la nueva normalidad, son precauciones necesarias que todo cuidador de personas mayores debe implementar en la estación más calurosa del año.