En el post anterior vimos cómo un entorno adaptado a una persona mayor puede facilitar su vida, mejorar su calidad, su movilidad e incluso su salud. Una persona que pueda valerse por sí misma, o que de acuerdo a su condición de salud pueda llevar acabo tareas básicas tendrá mejor autoestima, mejor ánimo y mejor disposición para sobrellevar el día.
Pero, además de las adaptaciones que mencionamos anteriormente, hay otras ayudas y modificaciones que pueden complementar la idea de facilitar su día a día. Y estas son.
Un dormitorio adecuado y confortable
El dormitorio es un espacio en el que la persona mayor pasará mucho tiempo, no solo para dormir, sino también para descansar. Y si bien, todo dependerá de su nivel de dependencia, es una buena alternativa realizar ciertas modificaciones para lograr un espacio adecuado.
Si hablamos de reformas, en el dormitorio no son muchos los trabajos, salvo que debe haber un interruptor de luz con fácil acceso desde la cama, también un teléfono o una alarma en caso de alguna emergencia. De resto será la orientación de la cama, la cual debe estar despegada por lo laterales de la pared y a contraluz si hay ventanas para evitar que el resplandor pueda deslumbrar o dificultar el suelo. Además de lo anterior:
- La altura de la cama debe estar a un mínimo de 45 cm del nivel de suelo, todo depende de la estatura de la persona, pero debe ser cómoda para subir y bajar sin esfuerzo.
- No se deben tener alfombras, ya que al estar despegadas del suelo pueden provocar caídas.
- También es importante despejar el lugar para facilitar la movilidad, y colocar los objetos de uso diario con fácil acceso.
Algo muy importante, y es que, si la persona tiene alguna dificultad para subir y bajar escaleras, y su habitación está la parte de arriba de la casa, trasladar el dormitorio a la parte de abajo será la mejor adaptación que pueda hacerse. Muchas veces lo simple u obvio representa la mejor opción, y es este caso beneficiará tanto a la persona mayor como a su cuidador.
Ayudas técnicas para tareas del día a día
Cuando se sufre de dependencia, poder hacer por sí mismo una tarea sencilla puede representar mucho. Estas son algunas ideas para incentivar esta independencia:
- Vestir a una persona es algo muy íntimo, lo cual puede resultar incómodo, por ello hay algunas alternativas que se pueden aplicar para más comodidad de la persona mayor.
- Las prendas de vestir adecuadas, ropa amplia y con abertura por la espalda serán mucho más sencillas de poner incluso si la persona está en cama.
- La ropa debe ser de tejidos frescos, y que no se arrugue demasiado, lo ideal es elegir algodón para evitar maltratar la piel, y olvidar los botones, mucho mejor cremalleras o cierres de velcro.
- Cocinar es algo que una persona dependiente prácticamente debe olvidar, sin embargo, de acuerdo con su nivel puede ocuparse de ciertas tareas. Por ejemplo:
- Es importante si la persona está en silla de ruedas que los objetos estén a su altura y alcance. Para esto las encimeras deben ajustarse, el fregadero no debe ser profundo y los utensilios deben ser de fácil acceso.
- Si la persona tiene movilidad, el cuidador puede incluirlo en tareas sencillas, será algo reconfortante. Trocear una lechuga o untar queso a una tostada de pan. Todo dependerá de las capacidades con las que se cuenten.
También se pueden incorporar a la vida diaria utensilios y herramientas adaptadas para personas con discapacidades, estos están diseñados para facilitar tareas tanto para la persona que recibe los cuidados, como para el propio cuidador.
- Cubiertos especiales: si se tienen restricciones de movilidad y la capacidad de agarre es limitada, los cubiertos habituales no son una opción, en cambio, los cubiertos adaptados ayudan a una mejor estabilidad previniendo caídas de la comida. Lo mejor es que hay modelos variados para un agarre más seguro, ergonómico, con enganches…
- Vaso ergonómico: esta alternativa está diseñada para personas que deben permanecer en cama o su condición de salud le obliga a tener largas horas de descanso. En este caso, este tipo de vaso le permite beber por sí solo, permaneciendo en posición horizontal, sin peligro de derrames o caídas.
- Aplicador de champú y loción: es un elemento para el baño con mango largo y cabezal que se llena con el producto y facilita su aplicación.
Asimismo, es posible encontrar adaptadores para corta uñas, giradores de grifos, de llaves, de pomos para abrir puertas, sube cremalleras, descalzadores… un gran número de opciones para aportar mayor autonomía la persona de acuerdo a lo que puede y no puede hacer.
¿Qué puede hacer por sí mismo?
Con todas las ideas que acabamos de dar, lo que buscamos es una mejor calidad de vida para nuestros mayores, simples acciones pueden mejorar notoriamente su autoestima y con ella sus días.
Por ello, estas adaptaciones son claves para esto, y la incorporación de ciertas acciones y herramientas también. Como cuidador, antes de ayudar a la persona en algo que piensas no puede hacer observa a la persona mayor, y conoce con certeza todo lo que puede hacer por sí mismo. Y celébrale cada acción por pequeña que te parezca.
¿Puede desvestirse o vestirse solo? ¿Algunas prendas se le facilitan más que otras? A la hora del baño, ¿puede sentarse, preparar el agua, aplicarse jabón…? o tal vez puede incorporarse solo de la cama y trasladarse sin ayuda del dormitorio al salón…
Todo esto deberás evaluar cómo cuidador y determinar dónde debes intervenir.