El Covid sigue siendo tema de preocupación en las residencias geriátricas y hogares de la gente mayor debido a sus secuelas físicas y emocionales.

Covid llega de nuevo a las residencias geriátricas

La llamada quinta ola del Covid 19 puso nuevamente en evidencia que en el combate de la pandemia no podemos dejar brechas. Sobre todo en la atención de los grupos más vulnerables como son las personas mayores.

El virus se coló por las residencias geriátricas al inicio del verano español, disparando las alarmas de riesgo extremo.  

Si bien los datos de casos nuevos de infectados y fallecidos por el virus están lejos de equipararse a las cifras reportadas antes de iniciarse los planes de inmunización, la subida repentina en julio pasado no deja de ser alarmante. 

¿Qué vendrá después?

Para quienes tienen en casa o en una residencia a sus seres queridos de edad avanzada, la cuarta ola del Covid 19  y el comportamiento de la quinta oleada pusieron de nuevo en destaque la importancia de la prevención y autoprotección. 

Es innegable el hecho de que con el coronavirus SARS-CoV-2 no se puede bajar la guardia. El pasado mes de julio lo demostró, con los casos de afectados y fallecidos que se triplicaron en apenas 7 días en algunas comunidades autónomas.

Afortunadamente, en las semanas siguientes la situación fue contenida y los números volvieron a bajar. Ya para el 31 de agosto, el Ministerio de Sanidad confirmó la salida del riesgo extremo y el retroceso de la quinta oleada. 

Con el 70% de los españoles con la pauta de vacunación completa a inicios de septiembre, la gran interrogante es qué más debemos hacer para que no surja otro nuevo repunte ¿Podremos vivir una existencia más normal el próximo año?

Residencias en guardia

Con las residencias geriátricas en alerta permanente tras la quinta ola cabe preguntarse qué sigue ¿Será efectiva una tercera inmunización? Sin duda alguna, la vacunación ha bajado los riesgos. Pero el virus sigue sin desaparecer y nos recuerda que no podemos desestimarlo.

Las nuevas cepas, la reducción de la inmunidad con el pasar de los meses y una actitud más relajada en cuanto a medidas de protección son algunas de las razones que explican el último repunte en las residencias de mayores.

Según datos del Imserso, el peor momento de la quinta oleada ocurrió entre el 16 al 22 de agosto. En esos 7 días, fallecieron 166 residentes geriátricos con Covid 19 confirmado. 

Antes y después de eso, hubo menos fallecimientos, incluso se registró una semana sin decesos durante esta ola. 

Así que si algo demuestra este incremento de los contagios entre las personas mayores institucionalizadas -tras varios meses de estabilización- y la nada desdeñable subida de las hospitalizaciones en otros grupos de edad, es que no es una opción retroceder ni un paso.  

¿Habrá una cuarta ola? Consejos para que los mayores puedan afrontarla

Covid y mayores: secuelas visibles y ocultas 

Un reciente informe realizado por el Centro Nacional de Epidemiología del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), el Ministerio de Sanidad y la Agencia Española del Medicamento muestra cifras alentadoras con respecto al resultado de las inmunizaciones.

El estudio concluye que la vacunación permite reducir hasta en un 97% el fallecimiento de ancianos en residencias. También, bajó a un 71% la posibilidad de infectarse por el coronavirus.

Sin embargo, esto no quiere decir que las secuelas de la enfermedad en la gente mayor que sobrevive dejen de ser preocupantes. Estas secuelas severas siguen siendo:

  • Problemas para respirar 
  • Fatiga y agotamiento
  • Dolores de cabeza frecuentes
  • Molestias articulares y dolores en los músculos
  • Dificultades para dormir

Hay que sumar también los problemas psicológicos que causa el Covid. Incluso entre los mayores que no se han infectado y que día a día se levantan con miedo, depresión, ansiedad, soledad. 

Este factor emocional se ha vuelto una pesada carga para muchos de nuestros abuelos y abuelas. A la larga, esto también afecta su estado físico y mental y esto es algo que no podemos ignorar, pues impacta negativamente su calidad de vida y salud global.

¿Tercera dosis o inmunización anual? 

La quinta ola del virus en las residencias geriátricas ha planteado otras interrogantes sobre si una tercera inmunización podría agregar una capa extra de protección.

¿Podría ser garantía de inmunidad de quienes ya completaron sus dos dosis? ¿Una inmunización anual podría bastar, como ocurre con la influenza? 

Tendremos respuestas a estas preguntas a la luz de las nuevas evidencias científicas que vayan apareciendo. Algo sí es cierto. De llegar a aplicarse una tercera vacunación, las personas de edad avanzada y otros grupos de riesgo serán los primeros en recibir el refuerzo.

Cuidados en casa: para un entorno más seguro

Tomando en consideración que las personas mayores inmunizadas contra el Covid siguen siendo vulnerables a contagiarse, la opción de recibir cuidados en casa sigue teniendo claras ventajas frente a las residencias. 

Básicamente, tener a la persona de avanzada en su casa:  

  • Ofrece un entorno más seguro ante una nueva ola
  • Permite mantener un mayor control de las medidas de protección y distanciamiento social
  • La asistencia es personalizada
  • Los ayuda a sentirse más cómodos y cerca de los suyos

Existen otras razones por las cuales muchas familias ponen en manos de un cuidador a una persona mayor. 

En caso de algún padecimiento o discapacidad, es muy satisfactorio contar con la ayuda de una persona cuidadora calificada. Tener a un cuidador capacitado que apoye en la atención de este tipo de paciente permite:

  • Garantizar una mejor calidad de vida tanto para el anciano como para su familia
  • Mayor control de los tratamientos médicos
  • Optimizar las condiciones de higiene y salud del atendido
  • Buena compañía para el adulto mayor
  • Resolución inmediata de cualquier eventualidad
  • Atención y observación permanente del anciano

Debido al Covid 19, los cuidadores que conviven en casa de la persona mayor (internos) o los que los cuidan por horas o días (externos) han asumido un rol protagónico para ayudar a garantizar su bienestar.

Durante la pandemia se han generado cambios en las rutinas diarias que afectan directamente al adulto mayor. Muchos de ellos han tenido que permanecer aislados, casi en solitario, para evitar contagiarse.

Por ello, la actuación de los cuidadores ha sido fundamental en el manejo del estrés que ha generado toda esta situación. 

Si necesitas ayuda en casa para cuidar de un familiar, recuerda que el acompañamiento de un profesional de asistencia a mayores permite generar confianza y estabilidad a uno de los grupos más afectados durante la crisis del Covid 19.