Cuidado de la piel de los mayores en otoño-invierno

Cuidado de la piel de los mayores en otoño-invierno

Con la llegada del otoño los días fríos y lluviosos empiezan a ser la regla, algo que con el invierno se acrecienta. Durante estas épocas no solo se debe fortalecer las defensas y el sistema inmunológico, la piel también puede verse muy afectada y es necesario prestarle la atención específica para mantenerla en buen estado.

Cuidar y proteger la piel frente al frío es algo que debemos hacer a cualquier edad, pero sin duda, en la vejez su importancia aumenta. Y es que, durante el envejecimiento la piel empieza a perder su capacidad para regenerarse y se hace más complejo mantenerla humectada. Es por esto, que es común apreciar la piel de las personas mayores más seca y tirante.

Si eres cuidador de personas mayores, o bien estas a cargo del cuidado de un adulto mayor, es importante brindarle cuidados específicos a su piel a fin de evitar que sufra molestias a causa del frío. Te contamos todos esos detalles que debes cuidar y mantener en esta época para la salud cutánea de la persona a la que atiendes.  

Cambios de la piel en la vejez

A medida que envejecemos la piel se vuelve más frágil y menos flexible. Y es que, durante el envejecimiento la capa externa de la piel se vuelve más delgada. Los melanocitos (células que contienen pigmento) disminuyen provocando cambios en el color de la piel. Esta tiende a tener una apariencia pálida y en algunos casos traslúcida, además, las manchas por la edad empiezan a aparecer, haciéndose más sensible a la exposición solar.

La resistencia y elasticidad también disminuyen, mientras que los vasos sanguíneos de la dermis se vuelven más frágiles. Los tejidos adiposos se reducen, lo que se evidencia en hematomas o lesiones por roces o golpes suaves que tardan mucho más tiempo en sanar, y es que las células se regeneran a un ritmo menor.

Además, otro cambio producto del envejecimiento dérmico, son los efectos que la exposición solar ha causado durante nuestros años de vida, ya que los rayos solares debilita de forma paulatina la piel. La firmeza también se empieza a perder entrando a la vejez, así como la disminución de los aceites naturales que la mantienen lubricada, debido a la que las glándulas sebáceas pierden fuerza y presencia.

Todo esto hace necesario que la piel de un adulto mayor tenga cuidados específicos, dictados también por la estación de año.

Durante el verano, el cuidado extremo de los rayos solares es la premisa. Y en la temporada de frío los cuidados de la piel deben incrementarse, y es que la piel se vuelve más delicada y tiende a secarse más y en menor tiempo, lo que puede desencadenar problemas como:

  • Erupciones cutáneas
  • Grietas superficiales o profundas en pies, rodillas y codos
  • Inflamación
  • Picazón de leve a severa
  • Eccemas cutáneos
  • Heridas sangrantes
Cambios en la piel durante la vejez

Claves para cuidar la piel durante otoño-invierno

Para prevenir posibles problemas en la piel es necesario llevar cuidados que, aunque pueden parecer básicos como la higiene adecuada o la aplicación de lociones hidratantes, para una persona con movilidad reducida o dependencia total no lo son. Por esto, en estos casos, el cuidador debe ser el encargado de mantener vigilado el estado de la piel.

De cualquier modo, estos son los cuidados que se deben seguir, y algunas cosas que evitar en pro de una correcta salud cutánea durante la vejez.

Mantener el cuerpo hidratado

Para tener una piel hidrata el cuerpo debe estarlo, el cuidado comienza desde adentro, por ello beber suficiente agua durante el día es crucial, ya que esta llega primero a los órganos, y luego a la epidermis.

Y como las personas mayores tienden a perder la sensación de sed, indicativo de deshidratación, es necesario tener vigilado este punto, promoviendo el consumo de agua en primer lugar, y apoyado de infusiones, sopas y zumos.

Mantener una higiene adecuada

Llevar una buena higiene es clave para la salud de la piel, pero en las personas mayores con tez muy seca, contrario a lo que pueda pensarse la frecuencia no debe ser diaria. Lo recomendado es que sea un día sí y otro no para evitar disminuir los aceites naturales presentes en la piel. Además, los baños deben ser cortos y sin exceso de jabón.

De hecho, jabones perfumados y fuertes no pueden ser utilizados sobre pieles frágiles como la de una persona mayor. En su lugar, los jabones emolientes son la mejor opción, o limpiadores sin detergentes llamados Syndent que respetan el manto lipídico de la piel. Como recomendación adicional, lo mejor es optar por estos productos en presentación gel.

Dentro de este punto, la temperatura del agua cobra un papel importante. El agua caliente no es nada beneficiosa para la piel, remueve sus aceites naturales y por ende, la reseca. Por esto, con solo bajar unos grados se hará una gran diferencia.

Hidratar la piel luego del baño

Luego del baño y de haber secado suavemente con una toalla el exceso de agua, sin frotar sino con pequeños toques viene la hidratación. Sin embargo, es necesario acotar, la importancia de secar en los pliegues de la piel y entre los dedos. Especialmente si se padece de movimientos limitados, se está en cama, o si la persona sufre de diabetes.

Con la piel húmeda, no mojada, aplicar la loción o crema hidratante y hacer énfasis en las zonas que tienden a secarse más (manos, codos, rodillas y pies). Y al igual que el jabón, debe ser un producto suave con propiedades emolientes, y de preferencia con una composición natural y dirigido a personas mayores.

Idealmente, debe contender algunas de estas opciones:

  • Vitamina E
  • Vitamina A
  • Aloe vera
  • Propiedades antioxidantes

Protección extra en la intemperie

Cuando se tiene que salir a pesar del frío, los mayores deben estar protegidos. La piel más expuesta (rostro y manos) debe estar hidratada, así que antes de salir es necesario que el cuidador o la misma persona se aplique una crema protectora hidratante. Además de esto, los labios se pueden resecar, tanto por el frío, el aire seco, como por los rayos solares a los que se están expuestos a pesar de las bajas temperaturas. Para esto, el uso de bálsamo labial es clave.

Todo lo anterior debe estar acompañado de la ropa adecuada.

Alimentación equilibrada

Alimentación sana- Piel sana

Así como tomar agua es muy importante, alimentarse de forma correcta también tiene influencia positiva en la salud de la piel. En este caso, además de los líquidos, el consumo de frutas y verduras frescas trae importantes beneficios. Y durante esta época algunos alimentos que se recomienda incluir son:

  • Pescado azul, muy benéfico para preservar el colágeno. Entre ellos hay muchas opciones, como: salmón, sardinas, arenque y caballa por nombrar algunos.
  • Alimentos ricos en Vitamina C como el brócoli y las frutas cítricas.
  • Alimentos como la zanahoria, los pimientos, la batata, calabaza y verduras y hortalizas de hojas verdes por ser ricos en betacarotenos.
  • Frutos secos (nueces, almendras, anacardos, maní) por ser ricos en grasas buenas, oligoelementos y antioxidantes.

El cuidado de la piel es muy importante, no debe ser relegado, y lo mejor es que todos estos consejos están al alcance de cualquier cuidador de personas mayores. No dejes de ponerlos en práctica.