Para muchas personas de edad avanzada, los preparativos para salir de casa o dar un paseo pueden ser reducirse a vestirse cómodamente y no olvidarse de las llaves, gafas o billetera.
Para aquellos que sufren de incontinencia urinaria, la situación es mucho más compleja porque puede causar ansiedad o preocupación.
Sufrir alguna vez de fugas de orina es algo frecuente en muchas personas. Pero cuando se incrementa la cantidad e intensidad de estos escapes, la vida cotidiana de quien lo padece se va limitando gradualmente.
La simple idea de salir de casa puede desatar pánico y aislamiento social en quien no puede controlar la micción.
¿Cómo podemos ayudar a nuestros mayores con incontinencia urinaria? Conoce las medidas que como cuidador de mayores puedes tomar para reducir estos episodios de mojar la ropa o la cama.
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¿Qué es la incontinencia urinaria?
La incontinencia urinaria es la falta de control de la vejiga y la imposibilidad de mantener el control de la acción de orinar (micción).
Cuando orinamos, los músculos de la vejiga se contraen para que pueda pasar la orina a un tubo llamado uretra.
Durante la micción, la uretra se relaja y deja salir la orina que viene de la vejiga. Cuando hay incontinencia, los músculos que rodean la uretra se relajan sin dar aviso.
Causas que llevan a los escapes de orina
Según el Instituto Nacional Sobre el Envejecimiento (NIA), mojar la ropa o la cama puede afectar seriamente la calidad de vida de los adultos mayores. Estas razones pueden llevar a padecer temporalmente de escapes de orina:
- Infecciones en el tracto urinario
- Infecciones vaginales
- Irritaciones en la zona íntima
- Problemas de estreñimiento
- Efecto de algunos medicamentos
Si la incontinencia es más recurrente y se extiende, puede deberse a:
- Debilidad o hiperactividad muscular en la zona de la vejiga
- Deterioro de los nervios que se encargan de controlar la función de la vejiga
- Ocurre en casos como la enfermedad de Parkinson o la esclerosis múltiple
- Crecimiento de la próstata y causa bloqueo del sistema urinario
- Diabetes, cálculos renales o artritis
¿Cuáles son los tipos de incontinencia?
Hay diferentes tipos de incontinencia urinaria.
Por esfuerzo
La orina gotea al ejercitarse, estornudar, reírse, asustarse, levantar pesos o toser. Es la más frecuente en las mujeres, al llegar a los 50 años o en la menopausia.
Puede aparecer por debilidad muscular en el piso pélvico y/o por una vejiga fuera de su sitio.
Por urgencia
Las ganas de orinar aparecen repentinamente y son difíciles de contener. Ocurre con frecuencia en personas con vejiga hiperactiva, gente mayor o cuando hay infecciones urinarias.
También en pacientes con diabetes, enfermedad de Alzheimer, Parkinson, esclerosis múltiple o después de un ataque cerebral.
Funcional
Es más frecuente en personas mayores a las que les cuesta llegar rápidamente al baño, aunque su control de la vejiga es normal.
Por ejemplo, en casos de personas con artritis, problemas de movilidad o Alzheimer (porque se les olvida ir al baño).
Por rebosamiento
Son pequeños goteos de orina a causa de la vejiga que se mantiene llena. Ocurre en hombres con agrandamiento de la próstata, diabetes o daños de la médula espinal.
También por cálculos renales, tumores y por efecto de algunas medicinas.
Transitoria
Ocurre temporalmente, casi siempre por efecto de alguna infección, acción de algún medicamento o reacción a alguna bebida o alimento. Después que se trata la raíz, el problema desaparece.
Mixta
Es la incontinencia en la cual se combinan varios tipos. Lo más común es que se junten las incontinencias de esfuerzo y de urgencia.
Diagnóstico y pruebas necesarias
Una visita al médico puede ayudar a determinar el tipo de incontinencia urinaria o riesgo a padecerla.
Entre los factores de riesgo se encuentran:
- Ser mujer, aún más después de estar embarazada, parir o tener la menopausia.
- Ser un hombre con patologías en la próstata.
- Ser adulto mayor. El envejecimiento hace que los músculos de las vías urinarias se vuelvan más débiles.
- Ser fumador.
- Sufrir de estreñimiento por tiempos largos.
- Tener obesidad o diabetes.
- Padecer de problemas en la estructura del tracto urinario.
Un médico puede indicar, además de la historia clínica, las siguientes pruebas:
- Exámenes de orina y de sangre.
- Mediciones para saber cómo se vacía la vejiga.
- Pruebas realizadas por un urólogo.
- Diario de vejiga. Son los apuntes de cuántas veces al día se orina, cuánto líquido se bebe y cuántas pérdidas se han producido cada 24 horas.
- Examen rectal.
- Examen pélvico en las mujeres.
- Pruebas de imagen.
Cómo tratar la incontinencia
Organismos como el Instituto Nacional de la Diabetes y las Enfermedades Digestivas y Renales recomiendan seguir estas indicaciones en personas con incontinencia:
- Hacer cambios en las rutinas diarias para evitar los escapes. Entre ellos, dar líquidos suficientes en las horas más adecuadas a las personas mayores.
- Mantenerse activo físicamente y evitar la obesidad y el estreñimiento.
- No fumar y controlar el alcohol y la cafeína.
- Entrenar la vejiga para orinar con un horario. Este plan se hace con los datos aportados por el diario de vejiga.
- Realizar ejercicios para mejorar la musculatura del piso pélvico. Entre ellos, los ejercicios de Kegel que fortalecen los músculos que gradúan el flujo al orinar.
De no funcionar estas pautas, o si los escapes de orina son muy abundantes, el especialista médico puede indicar:
- Uso de medicamentos que relajen la musculatura de la vejiga, bloqueen las señales nerviosas, traten la próstata, etc.
- En personas con ciertas condiciones médicas se puede indicar un catéter para sacar la orina.
- Colocar en mujeres un pesario (especie de tampón) en la vagina. Este empuja la uretra y reduce los escapes.
- Inyecciones que aumentan el volumen del cuello de la vejiga y la uretra.
- Tratamiento de estimulación nerviosa eléctrica en la vejiga.
- Cirugía para devolver la vejiga a su sitio.
- Dispositivos como sensores de biorretroalimentación o biofeedback. Ayudan al paciente a identificar las señales del cuerpo para ir al baño.
Como personal de asistencia a las personas mayores, puedes ayudar al paciente de edad avanzada a controlar su incontinencia. Haz lo siguiente:
- Evita dar bebidas con cafeína como café, té, gaseosas o infusiones altamente diuréticas.
- No restrinjas sus ingestas de agua, sobre todo, si sufren de Alzheimer.
- Mantén despejados los caminos para que llegue con facilidad al baño, incluyendo la luz encendida. Quita alfombras que puedan resbalar.
- Recuérdale regularmente que debe ir al sanitario o coloca una alarma.
- Ayuda a que se vista con ropa fácil de quitar y poner.
- Orienta sobre la importancia del baño y lavado de las zonas íntimas, así como el cambio de ropa y el uso de ropa interior absorbente, pañales o toallas de incontinencia cuando salgan de viaje o paseo.
- Ayuda a llevar estrictamente el registro del diario de vejiga.
Ejercicios de Kegel ¿cómo hacerlos?
Otra buena idea es incentivar al paciente mayor (sea mujer u hombre) a que practique diariamente ejercicios en los músculos pélvicos.
El National Kidney and Urologic Diseases Information recomienda familiarizarse con los ejercicios de Kegel y hacer lo siguiente:
- Dile a la persona mayor que intente parar la orina cuando esté a la mitad de la micción. Esto lo ayudará a detectar los músculos pélvicos. Luego que relaje y vacíe su vejiga.
- Dile que se acueste boca arriba y apriete otra vez esos músculos, contando hasta tres. Después, que los relaje y los vuelva a contraer, contando hasta tres. Hacer 10 veces y repetir el ejercicio tres veces diarias.
- En los hombres, hacer el ejercicio con las rodillas dobladas y separadas.
Ahora ya conoces qué hacer para mejorar la calidad de vida de las personas mayores con incontinencia urinaria. Coméntanos cuáles ideas aplicarás a partir de ahora.
Con información de:
- Instituto Nacional Sobre el Envejecimiento. Incontinencia urinaria.
- Instituto Nacional de la Diabetes y las Enfermedades Digestivas y Renales. Ejercicios de Kegel
- Centro de Educación y Referencia Sobre el Alzheimer y las Demencias Relacionadas.