Cuidados ante variante Ómicrom

Ómicrom: cómo actúa esta variante, cuidados y cómo afecta a los mayores

La sexta ola del COVID-19 en el mundo no deja de causar preocupación entre el personal sanitario, cuidadores de mayores y sus familias, por el repunte de la variante ómicrom tras las fiestas de Navidad y Año Nuevo. ¿Cómo puede afectar a las personas mayores la variante ómicrom? ¿Y qué ocurre con los más jóvenes? ¿Debemos cambiar las formas de protegernos del COVID-19? 

En este post te contaremos qué se sabe hasta ahora de las mutaciones de este virus y cómo podemos enfrentarlo.

¿En qué consiste la variante ómicrom?

Con el incremento de los contagios, muchas comunidades autónomas de España y el Ministerio de Salud han tomado medidas sanitarias especiales para reducir el avance de esta variante sorpresiva.

¿Pero qué debemos saber del ómicrom? Primero, que se trata de una variante con un elevado número de mutaciones. Algunas de estas modificaciones son más preocupantes que otras, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud.

Solo la variante ómicrom presenta 32 mutaciones en la proteína pico de su estructura celular. Esta proteína es la que ayuda a que un virus penetre en la célula humana. Además, tiene otras 10 mutaciones en una de sus capas externas, llamada “dominio de unión del receptor”. 

Esto quiere decir que la variante es un salto evolutivo del virus. Esto es lo que permitiría explicar su rápida transmisibilidad y mayor riesgo de reinfección, en comparación con otras variantes del coronavirus.  Ahora ¿esto la hace más peligrosa que variantes como la delta o beta?  

Para aclarar estas dudas te diremos qué es lo que se sabe del ómicrom, de acuerdo con lo que dicen los organismos de referencia mundial, como la OMS, PAHO y los centros de control epidemiológico.

¿Dónde se originó?

La nueva variante fue detectada por primera vez en noviembre del 2021 en Sudáfrica, entre jóvenes universitarios. Esto no quiere decir que surgió en esta parte del continente, pues podría llevar ya un tiempo rotando. 

En todo el mundo se están realizando estudios para conocer más sobre su origen y  comportamiento.

Clasificación

El 26 de noviembre de 2021, la OMS la clasificó como la variante B.1.1.529 del SARS-COV-2 y la consideró “preocupante”, por sus variadas mutaciones, su potencial facilidad de propagación y el mayor riesgo de reinfección. 

De esta forma, Ómicrom pasa a formar parte del top de variantes “preocupantes”, es decir, Alpha, Beta, Gamma y Delta. 

Transmisibilidad

Aún no se sabe a ciencia cierta si la variante ómicrom se propaga más fácilmente que las otras variantes. Al parecer se transmite más rápido de persona a persona, pero se ha visto que puede ser mucho menos agresiva que la delta.

¡Esto no significa que podemos bajar la guardia ni descuidar las medidas de autoprotección! 

Síntomas

La enfermedad causa síntomas característicos como la fatiga, cefalea y los dolores musculares. Hay pacientes que presentan fiebres y dolores de garganta. 

Básicamente, son los mismos síntomas del Covid que ya conocemos, con la diferencia que no afectan la capacidad para oler ni saborear los alimentos y bebidas. 

Gravedad 

Según la OMS, las estadísticas que se tienen dan cuenta de que la variante detectada en Sudáfrica causa una enfermedad menos grave y con menor riesgo de hospitalización que las anteriores. Esto es algo muy positivo.

El problema es que ómicrom aparece justo cuando las otras variantes están activas en todo el mundo. De todas ellas, la delta es la más dominante y es la que produce síntomas más graves y mayor riesgo de hospitalización y muerte.

Al final, como es lógico, todos los casos suman y eso es lo que ha provocado que se eleven los reportes de contagios que dispararon nuevamente las alertas en el planeta.

Facilidad de reinfección

La nueva variante muestra una mayor capacidad para reinfectar con el COVID-19 a las personas que ya sufrieron la enfermedad meses atrás. No obstante, aún la información que se tiene sobre este particular sigue siendo muy limitada. 

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Protección con las vacunas

Sobre la eficacia de las vacunas, la OMS y los investigadores resaltan que la vacunación a la mayor cantidad de personas sigue siendo clave para bajar la frecuencia de los cuadros graves y las defunciones, sobre todo, producto de la delta.

Sobre la efectividad de las vacunas contra el ómicrom, se está estudiando la actualización de las vacunas de ARN mensajero para combatir las modificaciones que la variante hace a la proteína “S” del virus. 

Esta proteína ha sido clave para generar los  anticuerpos que le dan el porcentaje de eficacia a las vacunas existentes. 

Detección con pruebas PCR

Aún sigue en estudio la eficacia y rapidez de las pruebas PCR usadas para detectar las variantes del virus, incluida la ómicron. También, se están reevaluando otras pruebas como la de detección rápida de antígenos.

Efectividad de los tratamientos

Hasta los momentos, los tratamientos actuales -como los corticosteroides y los antagonistas de los receptores de interleucina 6- siguen siendo la forma más eficaz para tratar los cuadros graves del COVID-19. 

Sobre la ómicron, la OMS dice que sigue en estudio la efectividad de los tratamientos “habida cuenta de los cambios que presenta en varias partes de su estructura”.

Medidas eficaces para evitar el contagio

Las medidas más efectivas para reducir el riesgo de propagación del virus que causa el Covid -y todas sus variantes- siguen siendo las mismas que las recomendadas desde el inicio de la pandemia. 

Tanto es así, que muchos adultos mayores, sus cuidadores y sus familias, al mantener un estricto cumplimiento de estas medidas, han logrado evadir con éxito el contagio del coronavirus. 

Estas recomendaciones son:  

  • Mantener una distancia, de al menos un metro, de otras personas en la calle o sitios públicos.
  • Conservar la mascarilla bien ajustada en el rostro, cubriendo nariz, boca, barbilla, sobre todo si se está en sitios cerrados o cerca de otras personas. 
  • Cambiar la mascarilla cada cuatro horas o apenas se humedezca con la respiración, el agua, la lluvia.
  • Evitar llevarse las manos a la boca, la nariz o tocar a otros sin habérselas lavado bien con agua y jabón, gel antibacterial de manos o alcohol. 
  • Abrir las ventanas para ventilar los espacios.
  • No acudir a sitios abarrotados de personas o poco ventilados.
  • Cuidar la limpieza de las manos.
  • Al estornudar o toser, hacerlo en el pliegue del codo o en un pañuelo desechable.
  • Vacunarse y completar las dosis respectivas. Esto aplica no solo para adultos mayores, sino también para los más jóvenes. Los niños, por su parte, ya tienen vacunas pediátricas disponibles contra el Covid.

En conclusión, sabemos que la ómicrom no eleva los riesgos de hospitalización, como otras variantes más riesgosas, especialmente, la delta. Así que por ese lado, las personas mayores y los más jóvenes pueden estar más tranquilos con la variante ómicrom, siempre que se mantengan las medidas de autoprotección y su esquema de vacunación completo. 

Aunque las inmunizaciones siguen sin proteger al 100% del Covid, sí han logrado evitar un empeoramiento de la salud y las hospitalizaciones, como lo reflejan las estadísticas.