Síntomas de la neumonía

Todo sobre la neumonía en las personas mayores

Aunque se trata de una afección respiratoria común en la temporada de gripe y resfriados, la neumonía puede complicarse muy rápidamente a cualquier edad, pero sobre todo después de los 65 años. Las personas mayores constituyen una población de alto riesgo para este tipo de infección en los pulmones. 

Por ello, ante la presencia de cualquiera de sus síntomas o el menor signo de sospecha, lo recomendable es acudir al médico para tener un diagnóstico temprano y recibir un tratamiento eficaz. No se debe perder tiempo en estos casos.

Existen varias formas de evitar que los ancianos puedan contagiarse o agravarse por esta enfermedad. De ello te hablaremos a continuación.

Si eres cuidador de mayores o cuidas de un familiar de edad avanzada, conocer cuáles son sus síntomas y cómo se puede prevenir te será de mucha ayuda para dar la alarma a tiempo.

¿Qué síntomas produce la neumonía?

Dependiendo de las condiciones del paciente, la neumonía en las personas mayores puede manifestarse de forma leve o moderada.  En algunos comienza como una gripe o un resfriado. 

En esta etapa inicial, sus síntomas más frecuentes son:

  • Tos con flema o pus
  • Dificultad para respirar y fatiga
  • Escalofríos
  • Fiebre
  • Crujido pulmonar y dolor en el pecho al toser

Cuando se agrava o se complica el malestar, se observan algunos signos como:

  • Vómitos,  diarrea o vómitos
  • Niveles reducidos de oxígeno en la sangre
  • Confusión
  • Aumento de las caídas
  • Dificultad para el funcionamiento normal
  • Dolores musculares 
  • Cansancio 
  • Dolor de cabeza

El informe de Naciones Unidas del 2020 revela que la neumonía, junto con otras infecciones respiratorias, se clasifica como la cuarta causa de muertes en el mundo. Solo en España, el Instituto Nacional de Estadísticas registró al menos 100 mil contagios y casi 9.000 decesos por esta causa.

La pandemia por la Covid-19 nos ha obligado a  incrementar las medidas de prevención y eso, a pesar de todo, ha sido un punto a favor para reducir el riesgo de desarrollar neumonía.

Factores de riesgo a tener en cuenta

Si eres familiar o cuidador de una persona de la tercera edad, debes tomar en cuenta ciertos factores que los hacen vulnerables a sufrir complicaciones por neumonía. La salud, la edad y las causas del contagio pueden resultar determinantes. De hecho, el riesgo es más elevado cuando se trata de:

  • Mayores de 65 años, que además tienen alguna enfermedad crónica como asma, cardiopatía o afección pulmonar. 
  • Fumadores con daños en sus pulmones, ya que disminuye las defensas del organismo y facilita la entrada de virus y bacterias.
  • Pacientes en terapia intensiva conectados a máquinas respiradoras. 
  • Enfermos de sida, cáncer, diabetes, Parkinson, accidentes cerebrovasculares, demencia.
  • Mayores con dificultad para tragar o que hayan recibido trasplantes. 

Causas que originan la neumonía

La infección del sistema respiratorio puede producirse por la acción de una bacteria, por hongos o por virus. Aunque en el aire existen muchos gérmenes microscópicos que normalmente no afectan la salud, si tienes un sistema inmunológico debilitado estos microorganismos pueden hacer mella y causar la neumonía. 

Tal vez no lo sepas, pero algunos tipos de neumonía son contagiosos y se transmiten al toser y estornudar. En el peor de los casos, si las bacterias logran pasar a la sangre puede conducir a un shock séptico que puede ser muy riesgoso y hasta mortal.

La neumonía por aspiración no es contagiosa, aunque sí peligrosa. Ocurre cuando un pequeño trozo de comida, alguna bebida o inclusive, saliva, pasan de manera accidental a los pulmones y desatan la generación de bacterias. 

En los centros de salud también se puede contraer la enfermedad durante una hospitalización. Generalmente estas bacterias son resistentes a los antibióticos. Se le denomina neumonía adquirida.

La causa más común es la bacteriana y puede ocurrir por sí sola o después de una gripe. Otra similar es la provocada por Mycoplasma pneumoniae y generalmente, no requiere hospitalización. También son frecuentes las neumonías producidas por hongos que se encuentran en la calle, por excrementos de aves o en zonas rurales, así como la de tipo viral leve. Esta última es producto de un resfriado grave o como consecuencia de la infección con coronavirus.

Neumonía en las personas mayores

¿Se puede prevenir? Estrategias a seguir

Tú puedes proteger al adulto mayor de ser víctima de esta infección, cuya tasa de mortalidad es una de las más altas del mundo. Como en la mayoría de las enfermedades, la prevención es fundamental. 

Existen medidas claves para evitar el contagio de la neumonía:

  1. Vacunarse una vez al año contra la influenza es de gran ayuda
  2. Al igual que con la Covid, tanto el paciente como las personas de su entorno deben lavarse frecuentemente las manos con agua y jabón
  3. Utilizar mascarillas
  4. Limpiar y desinfectar el hogar, ropa y objetos de los afectados para evitar la diseminación
  5. Tener una dieta equilibrada y saludable
  6. Caminar o hacer ejercicios habitualmente y dormir 8 horas diarias fortalecerá el sistema inmunológico 
  7. Controlar la presión arterial y la frecuencia respiratoria
  8. Mantener una buena higiene bucal
  9. No fumar ni consumir alcohol
  10. Abrigarse y protegerse bien del frío

Vías de tratamiento

¿Cómo se trata esta enfermedad? Lo primero es realizar un diagnóstico certero con exámenes de laboratorio, radiografías, cultivos pulmonares o cualquier otro que indique el médico.

Cuando el origen es viral, el tratamiento para combatir la neumonía es a base de antivirales, y cuando es por bacterias se ataca con la administración de antibióticos. Estas terapias farmacológicas se pueden aplicar en casa.

Por lo general, las recomendaciones incluyen reposo, analgésicos, antitérmicos y una buena hidratación.

En los casos de mayor gravedad, puede ser necesaria la hospitalización para aplicar oxígeno u otra medicación que indique el especialista. Nunca hay que automedicarse ni depender de remedios caseros.

Neumonía y coronavirus

Previo al confinamiento por la pandemia de la Covid 19, la neumonía era considerada una de las patologías  más comunes en el mundo y principalmente, en zonas de clima frío como Europa.

Con la propagación del coronavirus, los pacientes con afecciones respiratorias se convirtieron en centro de atención, pues el riesgo de contagio podría resultar aún más peligroso.

Aunque no necesariamente, la neumonía está asociada al coronavirus,  la combinación de ambos resulta de alto riesgo para el sistema inmunitario. 

En consecuencia, en  el actual escenario, los cuidadores juegan un papel de primer orden en el abordaje de la neumonía en ancianos. Son los encargados de vigilar y estar atentos a cualquier síntoma, causa o factor de riesgo que puedan provocar la infección pulmonar.

Varios estudios demuestran que la neumonía por Covid dura más tiempo en sanar y causa más daño al aparato respiratorio. Es por tal razón que los científicos han hecho especial énfasis en recomendar la aplicación de la vacunación para los mayores de 65 años. 

Como puedes ver, prevenir el Covid-19 también puede ayudar a evitar la neumonía y esto es algo que todos deberíamos recordar siempre para no bajar la guardia.