Comunicación efectiva con adultos mayores

Comunicación eficaz: lo que debes saber como cuidador de personas mayores

Si eres cuidador de personas mayores o tienes un familiar de edad avanzada al que le prestas apoyo, mantener una comunicación eficaz es un aspecto que debes vigilar y cultivar a diario. Una sola palabra dicha con un tono que resultó incómodo o un gesto que fue interpretado erróneamente, pueden desatar el caos en tu relación con los pacientes mayores y su entorno. 

Conoce a continuación cómo optimizar tu conexión con el paciente y su familia, cómo superar las barreras comunicativas y ganar nuevas habilidades.

Comunicación eficaz ¿cómo empezar?

En la asistencia y cuidado de mayores, la principal receta para el éxito es la comunicación eficaz. Cuando fallan los puentes comunicativos, el resultado puede ser una persona mayor incomprendida, débil, sin autoestima, deprimida o frustrada. 

Entre el cuidador a domicilio y la persona de edad avanzada es importante establecer un clima de mayor entendimiento. Para la persona mayor es vital y reconfortante:

  • Ser escuchado y que le tengan paciencia. 
  • Ser comprendido y que se le preste atención activa.
  • Que se le demuestre verbal y corporalmente que es respetado.
  • Que sus preocupaciones se consideren válidas.
  • No ser prejuzgado ni rechazado por su edad o condición médica.
  • Que se le dedique tiempo adicional o de calidad para que pueda expresarse.

Para lograr esto es importante ayudar a comprender a la persona mayor y a su entorno familiar que el envejecimiento es algo normal y deseado en la evolución de toda persona. 

También, que no es el final del camino y que puede seguir siendo una experiencia positiva para todos, enaltecedora y potencialmente creativa día a día.

Beneficios de comunicarse eficazmente

Los beneficios de la comunicación efectiva son innegables. Cuando establecemos una buena conexión con nuestros abuelos y su familia podemos lograr:

  • Mayor sentido de cooperación, pertenencia, independencia e identidad de la persona mayor y su círculo íntimo.
  • Estímulo, motivación y mayor participación en actividades diarias y cuidado de la salud.
  • Refuerzo, aprendizaje, una mayor autoconsciencia personal.
  • Mayor seguridad para tomar decisiones con conocimiento de causa.
  • Mejor calidad de vida para sí mismo y para su grupo familiar.
  • Reducción de una autopercepción equivocada, alimentada por prejuicios y estereotipos relacionados con la vejez. 
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Pasos para vencer las barreras comunicativas

En ocasiones, puede suceder que resulte difícil entablar una comunicación eficaz debido a los mismos efectos del envejecimiento. Problemas auditivos, visuales, deterioro cognitivo, falta de concentración o medicamentos que causen somnolencia en nuestros mayores pueden complicar este proceso.

¿Cómo minimizar estas barreras? Sigue estas estrategias que todo cuidador o familiar pueden poner fácilmente en práctica. 

  1. Háblale claramente de forma articulada, estableciendo contacto visual directo y sin infantilizar la voz. Sonríe con amabilidad.
  2. Gradúa el volumen de la voz y la energía de la entonación a la condición de cada persona mayor. Recuerda que no todos tienen barreras o limitaciones auditivas, visuales o cognitivas. Personaliza tu trato. 
  3. Reduce las distracciones y ruidos del entorno en el cual se encuentra el paciente geriátrico mientras dialogan. Puede que el alto volumen de la música, la radio, la televisión o los sonidos del ambiente impidan la comprensión de los mensajes y la concentración. Procura un entorno más tranquilo.
  4. Evita usar frases largas. Haz preguntas cortas y no vayas de un tema a otro sin usar transiciones lingüísticas ni pausas. Esto puede causar confusión a las personas de edad avanzada.
  5. Si tienes que comunicarle algo importante al paciente mayor y quieres su total atención, evita empezar a hablar inmediatamente de ello. Genera previamente una conversación que rompa el hielo. Hablen del tiempo, de algo agradable de su cotidianidad o de su vida familiar. Luego, toca el tema.
  6. Recurre a apoyos visuales cada vez que sea posible. Esto favorecerá la capacidad de recordar y fijación de información importante.
  7. Ten paciencia y dale tiempo a la persona mayor a que te responda. 
  8. Si pierde el hilo de la conversación, recuérdale las últimas frases o palabras que dijo. Así que es importante que prestes atención y le des tiempo para retomar la idea. Esto lo hará sentir más motivado y respetado.
  9. Busca temas de conversación que no estresen, ni causen frustración ni pongan nervioso al paciente de edad avanzada. Si el deterioro cognitivo es producto del Alzheimer, puede que le cueste encontrar las palabras para dar alguna opinión o compartir recuerdos. Comienza mejor las conversaciones sobre qué comió, qué actividades ha hecho en el día, si ya paseó, etc. 
  10. Dale mayor preponderancia al lenguaje no verbal que acompaña tus palabras. No cruces los brazos frente al pecho cuando hablas, relaja los hombros y la expresión de la cara. Controla los gestos de tus manos, si sueles hacerlo efusivamente. Abraza, reconforta, sonríe. 

Las claves de la comunicación terapéutica

En años recientes, muchas organizaciones como el Centro de Investigación de la Enfermedad de Alzheimer y la OMS están dando relevancia a la comunicación terapéutica en el trato de las personas mayores.

Ella consiste en la forma eficaz de comunicarse y que debe utilizar el personal cuidador, sanitario y médico al atender a pacientes que requieren de sus servicios. El objetivo es adaptar a los mensajes con información relacionada con la salud y el bienestar, buscando reducir el rechazo ante los tratamientos y elevar la calidad de vida.  

Las claves de la comunicación terapéutica son:

  • Contacto visual y físico.
  • Lenguaje corporal abierto.
  • Escucha activa. 
  • Silencio y respeto.
  • Ver al paciente como un ser individual.
  • Empatía y compasión.
  • Bienestar emocional y mental antes que solo cumplir tareas médicas.

Es así como practicar una buena comunicación por parte del cuidador a domicilio o profesional de la salud, con sensibilidad escucha activa y sin comportamientos mecánicos, es fundamental para una mejor promoción del cuidado y la dignidad de la persona mayor.

3 habilidades que puedes aprender

Si como cuidador profesional de personas mayores te cuesta escuchar con atención, ya sea por estrés, falta de concentración, porque hablas mucho o llevas un ritmo de vida acelerado, practica estos ejercicios. 

Te servirán para desarrollar las 3 habilidades que necesitas para cultivar la escucha activa y atenta. 

Practica el resumen: Anota de vez en cuando las ideas principales de la historia o conversación que tuviste con la persona mayor a tu cargo. Esto te servirá para medir tu nivel de interés y esfuerzo por ser un oyente más activo y empático.

Parafrasea y repite: Parafrasear o versionar es un ejercicio excelente para desarrollar la capacidad de concentración y comprensión. Al practicar el parafraseo con las personas mayores lo ayudarás también a mejorar su capacidad de recordar cosas que ha dicho. 

Pide detalles: Acostumbra a que te aclaren mejor las ideas y habla menos. Pídele al adulto mayor detalles sobre una situación y pregunta lo estrictamente necesario hasta que todo te quede claro. Como esto implica prestar atención y que te resistas a hablar de más, animas al abuelo o abuela a comunicarse mejor. 

Para finalizar, asiente con la cabeza y devuelve palabras como “ya veo”, “entiendo”, “ajá, cuente más” para desarrollar de paso tu empatía hacia los otros.

Referencias:

  • Ryan E, Butler R (1996) Communication, aging, and health: toward understanding health provider relationships with older clients. Health Communication. 
  • Changing the way we talk with elders: promoting health using the communication enhancement model. International Journal of Aging and Human Development.
  • Centro de Investigación de la Enfermedad de Alzheimer.