Envejecimiento activo

El envejecimiento activo: ¿en qué consiste y cómo podemos ponerlo en práctica como cuidadores?

El envejecimiento activo es una manera de ver el camino hacia la adultez, especialmente, la edad avanzada, como una experiencia positiva. De esta forma, lograr una vida más larga,  productiva y feliz es un objetivo que todos debemos plantearnos, desde jóvenes y a lo largo de todas las etapas de nuestra vida. 

¿Cómo se logra envejecer activamente? ¿Qué debemos hacer y cómo podemos contribuir si somos familiares o cuidadores de personas mayores? Sigue leyendo y te lo contamos.

¿Qué es el envejecimiento activo?

El término Envejecimiento Activo es un concepto adoptado por la Organización Mundial de la Salud desde finales de los ’90. Se basa en estos tres factores:

  • La importancia de envejecer de forma saludable.
  • La necesidad de que más personas en todo el mundo tengan posibilidad de acceder a atención y asistencia sanitaria adecuada.
  • Participación colectiva y seguridad para envejecer con mayor calidad de vida.

Según la OMS, el envejecimiento activo se refiere al desarrollo de nuestro potencial físico, mental y social en todas las etapas del ciclo vital. Debe ir en concordancia con lo que deseamos, necesitamos y somos capaces de hacer.

Envejecer activamente quiere decir, por ejemplo, que si estamos pensionados o jubilados del trabajo o si ya llegamos a una edad avanzada, es importante tener oportunidades para seguir participando activamente en la sociedad. 

Llevar una vida con la mayor calidad posible es algo por lo que deben luchar todas las personas a medida que envejecen. Incluso, aquellos que presentan discapacidad, dependen de un cuidador profesional o están en condición de fragilidad ya sea por vejez, enfermedad, accidente u otro factor.

Cada vez hay más gente mayor

A medida que la población mundial se está haciendo más longeva, hay varios factores que como familiares, cuidadores internos o prestadores de asistencia a personas mayores debemos tener en cuenta. 

Actualmente, de 7% a 15% de la población mundial es mayor de 65 años. Las estadísticas apuntan a que la brecha en las edades entre las personas que cuidan a los adultos mayores y las personas a ser cuidadas se está reduciendo. 

Es decir, cada vez habrá más personas mayores de 60 años cuidando a otros. Por razones como estas es que los especialistas de la salud advierten la importancia de interiorizar el concepto de envejecimiento activo de la población.

Todos a moverse

Envejecer es un proceso que responde a múltiples factores como el biológico, social, psicológico, anímico y espiritual. 

Si bien el 35% de nuestros genes predetermina cómo envejeceremos y si lograremos una mayor sobrevida, el 65% restante viene sujeto a los factores alimenticios, hábitos de vida y elementos medioambientales.

Existen cifras preocupantes sobre la inactividad de muchas personas mayores en todo el mundo. En Estados Unidos, por ejemplo, el 60% de los adultos mayores son sedentarios o no realizan actividades físicas de forma frecuente. En muchos otros países, estas cifras son de 30% a 80% de gente inactiva de todos los grupos de edades.

Ser joven y sedentario será un problema a futuro si no existe voluntad de incorporarse al camino del envejecimiento activo.  

La inactividad física está asociada con la aparición de factores de riesgo importantes como los problemas cardiovasculares, obesidad, osteoporosis, diabetes mellitus, hipertensión y daño de la salud mental

¿Qué pasa cuando envejecemos?

Cuando envejecemos suceden muchas cosas a nivel sistémico que reducen la efectividad de los órganos, células y metabolismo. 

Los vasos sanguíneos y arterias se endurecen, los tejidos se hacen menos flexibles, se pierden células nerviosas. Los huesos se tornan más frágiles y se reduce la función muscular debido a la pérdida de masa. 

El envejecimiento de todo el sistema nervioso somatosensorial y motor nos hace caminar más lento. Somos menos flexibles o hay más probabilidades de sufrir caídas. La capacidad visual y auditiva también se puede ver reducida. 

Aunque existen muchas personas que envejecen de forma exitosa, por decirlo de alguna manera, en otros casos se agudiza el deterioro de funciones cognitivas y físicas. En estos casos, es importante que el cuidador a domicilio o interno conozca bien cómo puede cooperar en la rehabilitación y planificación de los cuidados necesarios para un envejecimiento con mejor calidad de vida.

Envejecer activamente

10 pasos para envejecer activamente

Para elevar las probabilidades de un envejecimiento activo de la población joven, adulta y de edad avanzada, es recomendable interiorizar y divulgar estas pautas:

  1. Cultivar un círculo cercano de familia, amigos, vecinos, colegas de trabajo es clave para envejecer activamente. Permite una mayor interdependencia y facilita el contar con una red de apoyo entre cada uno de los integrantes. 
  2. Apoyar la solidaridad intergeneracional para un envejecimiento activo es importante. Hay que propiciar que los jóvenes y las personas mayores interactúen con frecuencia y tengan momentos y espacios positivos y constructivos para aprender y valorarse mejor entre unos de otros. 
  3. Dedicar unas horas al mes para el trabajo voluntario o cooperativo es una forma de envejecer activamente, cultivando el espíritu y la solidaridad y siendo útil a la sociedad.
  4. Participar con frecuencia en actividades físicas de bajo impacto como caminatas, natación, pedaleo en bicicleta estática, yoga, baile o tai chi, reduce el declive funcional y el riesgo de desarrollar muchas enfermedades y complicaciones. Este efecto positivo aplica tanto para jóvenes como para adultos mayores sanos o con padecimientos.
  5. Ser adulto y activo eleva las posibilidades de llegar a edades avanzadas siendo independiente o, al menos, conservar la independencia por el mayor tiempo posible.
  6. La actividad física baja o moderada a lo largo de la vida reduce los gastos médicos y el riesgo de caídas incapacitantes en la edad avanzada. Incrementa la densidad mineral ósea, el equilibrio y la coordinación.
  7. Ejercitarse contribuye a reducir el estrés, el insomnio, la ansiedad. Ayuda a desarrollar una mejor autoestima e imagen.
  8. Es importante ayudar a la gente mayor a minimizar la obesidad abdominal. Un vientre abultado eleva las posibilidades de sufrir una enfermedad cardiovascular, cáncer o diabetes.
  9. El deporte o prácticas que impliquen moverse física y mentalmente ayudan a que el proceso cognitivo sea más rápido y eficiente.
  10. La nutrición balanceada, completa y equilibrada es importante para llegar a la edad avanzada sintiéndose activo en mente, cuerpo y/o psiquis. Las dietas estrictas y restricciones alimenticias reducen estas posibilidades.

Ahora, recuerda que como cuidador profesional o familiar de alguien mayor que requiere asistencia es importante que aprendas a manejar el estrés que implica este tipo de trabajo. Enfócate en que también debes envejecer activamente para tener la mejor calidad de vida posible en tus años dorados. 

Existen varios estudios que describen a los cuidadores como segundos pacientes o víctimas ocultas de la enfermedad que afecta a la persona que cuidan. Tenlo en cuenta a diario.