Ola de calor, cuidados y recomendaciones para el adulto mayor

Ola de calor, cuidados y recomendaciones para el adulto mayor

Durante las olas de calor tan típicas en los veranos, los abuelos suelen ser los más afectados. La dificultad para soportar condiciones ambientales extremas de calor los deja más expuestos a desmayos y deshidratación, por ejemplo. Con la edad, el cuerpo va disminuyendo su capacidad de termorregulación, por ello, con el cambio de temporada es necesario iniciar los cuidados de personas mayores adecuados para protegerlos. 

¿Por qué es necesario el cuidado de personas mayores en verano? 

Cuando los adultos superan los 60 años, la percepción del calor se reduce, por ello, es común que no vean necesario el protegerse de un aumento desmedido de la temperatura corporal. Además, padecimientos preexistentes como el sobrepeso, enfermedades crónicas, la hipertensión, limitaciones cognitivas, discapacidad o dependencia para el aseo, cambio de ropa, toma de medicamentos o la adaptación al espacio generan un riesgo mayor ante el calor. 

A la llegada del verano hay que vigilar que la temperatura interna no pase los 41° C, pues a partir de ese punto arranca la hipertermia y en las personas mayores puede llevar a un fallo severo de los órganos. Por ello, el cuidador debe permanecer atento a las condiciones ambientales y prepararlos para sobrellevar sin problemas los meses más calurosos del año. 

Efectos del calor en los abuelos

Efectos del calor en los abuelos

Algunos de los síntomas de un golpe de calor en adultos mayores son: 

  • Agotamiento: este se produce sin una causa aparente y se mantiene constantemente. El cansancio viene acompañado por debilidad, ansiedad, confusión y taquicardia. Si se perciben estos síntomas, lo primero es verificar la temperatura del cuerpo. 
  • Calambres: suceden a causa de la disminución de electrolitos en los músculos por deshidratación. Estos comienzan a experimentar espasmos dolorosos y son más frecuentes en las extremidades y en el abdomen. 
  • Sofocos: es una sensación fuerte y repentina de calor en todo el cuerpo o en áreas localizadas como en la cara. El adulto mayor puede sentir escalofríos, ansiedad y ruborizarse. 

Un golpe de calor puede dilatar las pupilas y desorientar, ocasionar mareos, náuseas, vómitos, dolor de cabeza y sequedad en la boca. En el peor de los casos, convulsiones, fallos renales e incluso llevar a un estado de coma. 

La asistencia y cuidado de mayores requiere de mucha diligencia y atención, pues los problemas de hipertermia no siempre provocan sudoración; sino que se manifiestan con signos diversos. 

Consejos para prevenir los efectos negativos del calor en nuestros mayores 

Si eres un cuidador profesional o tienes a tu cargo a un familiar mayor, con las siguientes recomendaciones podrás actuar de manera preventiva para evitar que una ola de calor le perjudique. 

Aumentar el consumo de líquido 

El calor provoca deshidratación y ésta, a su vez, daños en músculos y órganos. Asegúrate de que el abuelo tome agua durante todo el día y parte de la noche, en cantidades controladas. De sufrir pérdida de electrolitos se repondrán poco a poco sin dañar el cuerpo. 

Si el adulto mayor se ha deshidratado, se puede recurrir a una bebida con electrolitos o agregar sales minerales al agua. Además, es mejor evitar el alcohol y bajar el consumo de cafeína. 

Proporcionar comidas ligeras 

Las preparaciones con picantes y muchas especias elevan la temperatura corporal, las grasas perjudican la digestión. Las comidas muy pesadas generan malestar en el cuerpo y hacen que trabaje con más esfuerzo, subiendo su temperatura. 

Durante una ola de calor dar a comer más fibra, verduras y frutas muy frescas y platos populares en verano como el gazpacho o variedad de ensaladas. Elegir aquellas que no necesitan cocción y así la persona podrá aprovecharlas a temperatura ambiente y con mayor cantidad de enzimas, vitaminas y minerales. 

Vestimenta fresca y no ajustada

Los tejidos como el lino y el algodón permiten el paso del aire entre las fibras y los colores claros absorben menos calor. La ropa apropiada favorece la movilidad del abuelo y reducirá su sensación de agobio. 

Para salir a exteriores proporcionar de sombrero o gorra y quizás unas gafas oscuras. 

Permanecer en casa hasta que pase la ola de calor 

Elige una habitación ventilada donde la temperatura sea la más baja para que el abuelo permanezca durante las horas más calurosas. Toldos y persianas en las ventanas evitarán que el aire caliente entre o que la luz incida directamente sobre la persona mayor. 

Cuando baje el sol es el momento para ventilar las habitaciones. Ventiladores y aires acondicionados son muy útiles para conservar el hogar fresco. 

Salidas y actividad física con moderación 

Si hay mucho calor en el ambiente, no recomendamos la actividad física y de ser posible no salir de casa. Pero si es necesario moverse, haz que el adulto mayor vaya bien protegido del sol y aplicarle crema con protector solar en las partes de la piel expuestas a la luz. Transitar por zonas con suficiente sombra y preferiblemente desplazarse en coches con aire acondicionado. 

Si el abuelo a tu cuidado está presentando un golpe de calor, muévelo a un área más fría, ofrécele agua y llama a emergencias de inmediato para recibir el apoyo de personal sanitario.