Respeto a las personas mayores ¿Cómo se vive actualmente?

Relacionarse con la gente mayor puede a veces ser difícil para muchas personas. Más aún para quienes han crecido en sociedades o grupos familiares donde el respeto a las personas mayores no es algo que se inculque desde la infancia.

En muchas sociedades, las figuras de los abuelos aún son respetadas, veneradas y consideradas claves para el equilibrio moral y la preservación de sus costumbres y cultura. 

Siguen siendo valorados y queridos como portadores de la sabiduría de las generaciones precedentes e incluso, como responsables de transmitir esa herencia cultural a los más jóvenes.

Pero en la actualidad, en muchas sociedades modernas, el respeto a las personas mayores pareciera haber desaparecido de las enseñanzas, prioridades y hasta de la práctica de los derechos humanos. 

¿Dónde se aprende el respeto a las personas mayores?

Hoy muchas personas de la tercera edad son objeto de maltrato físico y psicológico en entornos como los familiares, asistenciales o culturales. También, pueden ser víctimas de discriminación laboral por el “edadismo” y exclusión social y económica.

Pareciera que cada vez se acentúan más las brechas generacionales y no hay quien infunda el respeto a las personas mayores como se hacía en otros tiempos.

Promover la inclusión y participación de las personas de la tercera edad es una manera poderosa de hacer entender a los integrantes de una sociedad que todos cuentan, advierte el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH) en sus apartados dedicados a la protección a la vejez. 

Para el surgimiento de una sociedad rica en valores es vital enseñar a las nuevas generaciones a apreciar la fuente de conocimiento, enseñanzas y sabiduría que representa el llegar a edades avanzadas.

Esto es un trabajo que se debe estimular en las escuelas, hogares, medios de comunicación. También, a nivel personal, en las pequeñas acciones diarias que pueden promover el cambio y el logro de una sociedad más justa.  

Rescate necesario de valores 

Por siglos, el papel de las personas mayores era determinante para construir el futuro. Por esta razón, eran incluidos en las tomas de decisiones importantes a nivel personal, familiar, comunitario y hasta en las maneras de regirse de los gobiernos. 

Llegar a una edad avanzada era visto siempre con respeto y orgullo.

En las culturas muy antiguas y aún en la actualidad, en las sociedades que mantienen sus costumbres ancestrales, se le pide a los mayores consejos. Ellos son los que preservan las historias, recuerdos y aprendizajes que son transmitidos a los más jóvenes.

Hoy, con cada vez más personas alcanzando edades avanzadas, a diferencia de siglos anteriores donde las expectativas de vida difícilmente superaban los 60 años, ser de la tercera edad dejó de ser un puesto privilegiado.

Con el boom de la tecnología y el uso masivo de los canales de información, las lecciones de nuestros mayores pasaron a un puesto relegado. 

Sin embargo, en sociedades donde existe un fuerte arraigo a sus raíces culturales, como ocurre en Australia, Japón y en los pueblos de herencia aborigen, el respeto a las personas mayores es aupado con gran dedicación y sin prejuicios.

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7 principios para aprender a tratar a las personas mayores

¿Cómo debemos dirigirnos correctamente a las personas de edad avanzada? Los especialistas en conducta humana recomiendan poner en práctica estos 7 principios para promover entre todos un mayor respeto hacia este grupo.

1. Use palabras como “usted”, “señor” o “señora”

Siempre que sea posible, es importante preguntarle a los adultos mayores cómo prefieren ser tratados. Si prefieren un trato más informal y con una entonación más familiar, siempre debe cuidarse el dirigirse a ellos con respeto.

Lo mejor, es hablarles en términos de “usted”, de “señora” o “señor”, y evitar gestos irónicos, ofensivos o discriminatorios de otras personas hacia la gente mayor.

2. Sea paciente y promueva la tolerancia 

La paciencia es una habilidad que demuestra madurez y respeto hacia otros. En las sociedades modernas, donde la mayoría de las personas parecen ir a “mil por hora”, las personas mayores suelen ser irrespetadas, excluidas o sometidas a burlas por no caminar más rápido, por ser menos ágiles o por no responder rápido.

Hay que mostrarse comprensivo y promover la paciencia de las otras personas. 

En situaciones de la vida diaria, hay que estar prestos a darle una mano a la persona mayor para subirse o bajarse del transporte público, ayudarlo a cruzar el paso peatonal, escucharlo atentamente, ceder los asientos y dejar que se explique a su ritmo si le cuesta expresarse.

3. Mantenga un tono de voz normal 

Hay personas que al hablar con personas mayores cambian la forma de comportarse y exageran. Tienden a hablar mucho más alto de lo normal y a gesticular en exceso, lo cual puede terminar avergonzando a las personas mayores que no tienen problemas de audición ni de vista.

Lo recomendable es hablar con normalidad, como si se estuviera dirigiendo a un adulto más joven. Si le pide que hable más alto o se explique mejor, gradúe su voz para mantener una comunicación más eficaz con la persona mayor.

Tampoco trate a la persona de edad avanzada como si fuera un niño pequeño, pues también es una manera de ser irrespetuoso.

4. Promueva actividades motivadoras

Muchas personas mayores se sienten aisladas socialmente porque no tienen muchas oportunidades de realizar actividades que les sean gratificantes. 

Al respecto, la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología explica que las personas en edades avanzadas pueden seguir desarrollando nuevas habilidades, incluso más rápido que las personas de menor edad. 

Para ello, deben sentirse motivadas y apoyadas. Así que anime a esa persona a probar y descubrir nuevas habilidades y pasatiempos, como la pintura, que pruebe los beneficios de la jardinería o que escriba una poesía. Un nuevo deporte, el canto o aprender a tocar un instrumento también podrían ser estimulantes.

5. Respete su derecho a ser independiente

El hecho de ser alguien de avanzada edad no significa que no pueda ser independiente. Tampoco de que está incapacitado para tomar decisiones.

Cuando los padres o familiares se hacen muy mayores, los hijos o los parientes a cargo de sus cuidados pueden volverse controladores y autoritarios. A muchos mayores no les gusta que les cambien las cosas de sitio, ni que hurguen en sus pertenencias personales o que los obliguen a cambiar sus hábitos.

Respete los horarios, gustos e independencia de las personas mayores, ya que esto les ayudará a preservar su identidad y autoestima. 

6. Dele herramientas para que se autoproteja

Con el tema de las redes sociales y el acceso a dispositivos móviles cada vez más avanzados, la privacidad y seguridad de un adulto mayor se puede ver comprometida.

Existe gente sin escrúpulos que espera engañar a las personas mayores para obtener dinero, robarles pertenencias e incluso su identidad.   

Así que es importante tomarse el tiempo para explicarles a los mayores qué situaciones pueden ponerlos en riesgo y qué deben hacer. Por ejemplo:

  • Que no deben suministrar datos de sus cuentas personales, ni introducir códigos que les llegan por mensajería de texto. 
  • Explíqueles de manera sencilla sobre el pishing o suplantación de identidad.
  • Adviértales que deben poner en duda el recibir mensajes de contactos que les piden dinero o hacer favores que usualmente no les pedirían. Puede que el número de la otra persona haya sido hackeado.  

7. Ayúdelo a realizar actividades de provecho

A medida que las personas envejecen pueden sentirse excluidas y poco útiles sino se les toma en cuenta para actividades o tareas cotidianas.

Una manera de ayudarlos es dejarlos que participen en eventos, que preparen comidas o postres para una reunión, que ayuden a cuidar a los nietos o realicen actividades de voluntariado. 

¡Llegamos al final! Recuerda que todos podemos contribuir a promover un mayor respeto a las personas mayores y hacer la diferencia.

Referencias: