incontinencia en adultos mayores

Todo sobre la incontinencia urinaria

Una de las tareas más importantes de un cuidador de abuelos es lidiar con la incontinencia de orina, ya que es un problema muy común entre los adultos mayores dependientes. A la hora del tratamiento, es importante saber qué tipo de incontinencia tiene nuestro abuelo y qué tan grave es. De este modo, tendrás la oportunidad de manejarla de la mejor manera posible. 

En el post de hoy queremos compartirte todo lo que necesitas saber acerca de la pérdida de orina y ayudarte a ejercer tus funciones de asistencia de manera eficiente.

 ¿Qué es la incontinencia urinaria?

Es importante saber que la incontinencia significa una disminución en la calidad de vida física y emocional de las personas dependientes, afectando la vida diaria de los pacientes con esta condición.

Además, debes tener en cuenta que no se considera una enfermedad grave, pero hay momentos en que puede ser un síntoma de otra afección compleja, como la esclerosis múltiple, por ejemplo. 

También puede ser un signo de un problema relacionado con el tracto urinario y es posible mejorarlo con el tratamiento y cuidados adecuados.

Causas frecuentes de la incontinencia urinaria

Osteoporosis en personas mayores

La fuga urinaria está asociada con la pérdida de la función fisiológica y la capacidad de controlar el tracto urinario, esto se “aprende” desde la infancia y es posible gracias a la coordinación de la vejiga y la orina. 

La retención urinaria existe mientras nuestra uretra puede soportar la presión de la orina en la vejiga hasta que decidimos vaciarla por nuestra cuenta después de obtener la reacción de que necesitamos orinar.

Cuando ocurren las pérdidas involuntarias claramente también se ha perdido  la capacidad de retener la orina en la vejiga:

  • Trastorno u obstrucción del tracto urinario. 
  • Problemas nerviosos o cerebrales. Demencia o deterioro cognitivo (incapacidad del paciente para percibir o responder a las ganas de orinar). 
  • Trastornos neuromusculares. 
  • Enfermedades neurológicas. 
  • Después del tratamiento con ciertos medicamentos (diuréticos, antidepresivos, etc.)
  • Trastorno de la próstata (infección o hiperplasia prostática benigna)
  • Estreñimiento severo (presión de las heces sobre la vejiga). 
  • Cáncer de vejiga. 
  • Espasmos vesicales prolapso pélvico 
  • Lesiones de la médula. 
  • Esfínter de la vejiga debilitado.

Por todas estas razones, la incontinencia urinaria no debe considerarse solo como un problema del sistema urinario, sino que puede afectar a diferentes órganos o sistemas de las personas mayores: el sistema nervioso, el sistema genitourinario, el sistema musculoesquelético, etc.

No cabe duda de que el avance de la edad provoca cambios en el organismo. Dichos cambios hacen que las personas mayores sean más susceptibles a la incontinencia.

Tipos comunes de incontinencia en las personas mayores

Incontinencia urgente: ocurre poco tiempo después de la incapacidad de resistir las ganas de orinar. 

Incontinencia de esfuerzo: se produce por tensión en el abdomen, como al toser, reír, ponerse de pie, estornudar, etc. 

Incontinencia mixta: dos condiciones previas que se dan al mismo tiempo. Incontinencia urinaria sin conciencia de las ganas de orinar, presentándose frecuentemente en personas mayores. No se dan cuenta de que quieren orinar y por lo tanto no controlan el esfínter.

Efectos que provoca la incontinencia en las personas mayores

Incontinencia en los abuelos

La incontinencia en el adulto mayor puede conducir a discapacidades físicas, funcionales y emocionales. Además, puede acarrear consecuencias psicológicas, sociales e incluso económicas.

La pérdida de control y el malestar que provoca pueden provocar aislamiento social, depresión y ansiedad. La urgencia de orinar también es motivo de aumento en la incidencia de caídas y fracturas, y es una de las causas de hospitalización frecuente.

El mejor tratamiento para la incontinencia en los abuelos

Para el tratamiento de la fuga de orina en personas de edad avanzada se necesita un enfoque individualizado, con expectativas realistas de resultados alcanzables.

En pacientes con demencia severa o problemas neurológicos irreversibles o con deterioro severo debido a enfermedades crónicas avanzadas, puede que no sea posible recuperarse la incontinencia. En estos casos, el objetivo es minimizar al máximo las consecuencias proporcionando al paciente elementos para mantenerlo seco como pañales.

El uso de catéteres nunca debe considerarse como un tratamiento para la incontinencia, excepto en pacientes terminales como medida de conveniencia, o en pacientes con grandes úlceras por presión para mantener la piel seca y promover la cicatrización. 

Para aquellos que se encuentran en un estado de salud cooperativo y preservado, y en todos los que se preocupan por la aparición de las descargas involuntarias se debe realizar una evaluación médica para orientar el diagnóstico y el tratamiento.

Por lo general un tratamiento adecuado se realiza de esta forma:

  • Mejoras en el estilo de vida, medidas de higiene y alimentación. 
  • Programas de rehabilitación muscular del suelo pélvico y entrenamiento conductual. 
  • Tratamiento médico especializado con fármacos

¿Cuándo es necesario acudir a cita médica? 

Es muy común que las personas experimenten incontinencia sin acudir al médico, principalmente por la sensación de incomodidad. Sin embargo, visitar un especialista se vuelve esencial en algunos casos donde, como cuidador a domicilio, debes estar atento para identificar con éxito:

  • Cuando se experimenta incontinencia urinaria varias veces seguidas. 
  • Al aguantar el flujo constante de orina o tiene una necesidad urgente o frecuente de orinar. 
  • La vejiga se siente llena después de orinar. 
  • Dificultad para iniciar la micción. 
  • La orina está turbia o tiene manchas de sangre. 
  • Se siente dolor o una sensación de ardor al orinar. 
  • Cuando la incontinencia se asocia a síntomas de deterioro cognitivo (problemas leves de memoria, etc.)
  • No se toman medicamentos que puedan causar incontinencia (no se deben suspender hasta que su médico se lo indique). 

La incontinencia urinaria no debe verse como algo inevitable y característico del envejecimiento. Las causas pueden variar mucho y pueden ser un síntoma de una condición preexistente, por lo que siempre es fundamental consultar a un médico especialista en el área.